DISPERSIONES

DISPERSIONES

viernes, 21 de abril de 2017

BARTOLOMÉ NIETO MUNUERA










XIII


Los amigos se dedican
violáceas noches templadas
por un alcohol de sábanas
que jamás descansa,
compartiendo aceras y
Mozart en un ascensor
de manos perdidas.


                Y
a cualquier hora de un lunes
remisos de aplacar su borrachera
de luz, un poco ya poetas,
se encaraman 
al mástil de la música,
besan un cigarro y,
por el sexo,
aprenden la verdad de los portales.


BARTOLOMÉ NIETO MUNUERA ("Del laberinto al treinta").-

FRANCISCO M. ORTEGA PALOMARES













UN VIEJO BODEGÓN



Un viejo bodegón abandonado en la basura
de escasa calidad y tosca técnica,
alguien lo repudió para que sea
pasto del reciclaje y comience otro ciclo.
Y de repente siento un pellizco dentro
y me lleno de inquietud
al preguntarme dónde quedó
el esfuerzo del artista aficionado,
su obstinación por controlar la técnica
sus horas de impaciencia
el ánimo en cada pincelada.
Dónde su amor por culminar la obra.

Y la pregunta viene a mí
como un perro a su amo:
qué fue de los besos entregados
que el tiempo borra
como el viento las huellas en la arena.

Qué del empuje y la pasión
que ardió en tantos cuerpos
ahora habitados de olvido.
Cuánto pesaron todos los sueños
soñados en la Tierra.
Dónde la pena que la gente oculta
cuando camina por las calles.

Un día cuando el ala mortal roce mi pecho
y me cunda una tristeza como de lavar platos
preguntaré dónde está todo lo que ha sido
adónde queda.


FRANCISCO M. ORTEGA PALOMARES ("Las leyes físicas").-

RAFAEL ALBERTI













VIAJEROS




Dormida y rubia, en la roca.
Dormida y rubia, llegada
ayer tarde de Polonia.
El Arcángel de su guarda,
San Rafael, la acompaña.

No sueñes tú, prima mía,
no sueñes, que estás cansada.

Las aldeas de Suiza
y los pueblos de Alemania
pasando van por su frente,
bajo una luna nevada.

No sueñes tú, prima mía,
no sueñes, que estás cansada.

San Rafael se ha dormido,
despierto y rubio, en la roca,
despierto y rubio, llegado
ayer tarde de Polonia.


RAFAEL ALBERTI ("Marinero en tierra").-

jueves, 20 de abril de 2017

ÁNGEL GONZÁLEZ













Ángel González y Jaime Gil de Biedma, dos de los mejores poetas españoles contemporáneos, pertenecen al grupo del 50, caracterizado desde sus inicios por la reivindicación de la escritura como un espacio de conocimiento y de rigor lingüístico. Al calor de los impulsos existencialistas, Vicente Aleixandre había definido la poesía como un acto de comunicación en su discurso de ingreso en la Real Academia de la Lengua, “En la vida del poeta, el amor y la poesía” (1949): la lírica “(...)no consiste tanto en ofrecer belleza cuanto en alcanzar propagación, comunicación profunda del alma de los hombres”. Frente a esta definición de la voluntad poética, Carlos Barral se hizo portavoz de una nueva exigencia y publicó en la revista Laye su famoso artículo “Poesía no es comunicación” (1953), defendiendo la escritura como un acto de conocimiento individual elaborado gracias a la indagación creativa en las palabras: “la confluencia de la vida interior del poeta con la posibilidad infinita del idioma, obrada por la voluntad de crear”.
Esta defensa de la poesía como ejercicio de conocimiento de la propia individualidad se concreta también en el compromiso político de Ángel González y de Jaime Gil de Biedma, partidarios de los versos elaborados por una conciencia crítica que reflexiona sobre el mundo más que de la divulgación de manifiestos partidistas. Los dos poetas se interesaron por una puesta en duda de la subjetividad esencialista, derivada del simbolismo, adentrándose en el conocimiento de las relaciones establecidas entre el individuo y la historia. Gil de Biedma lo declaró así en la poética publicada por Rubén Vela en su antología Ocho poetas españoles (1965): “Mis versos no aspiran a ser la expresión incondicionada de una subjetividad, sino a expresar la relación en que mi subjetividad se encuentra con respecto al mundo de la experiencia común”. Esta definición histórica de la subjetividad tuvo mucho que ver con la ampliación del compromiso político a nuevos temas (intimidad, erotismo, ejercicios de conciencia) y con la elaboración textual de un personaje literario, una voz no esencialista, construida en las palabras. El poema define en su ámbito personajes literarios, del mismo modo que la historia define en el suyo a los individuos sociales. Y todo esto implicaba, por supuesto, una meditación retórica. Este es el interés principal de la carta de Jaime Gil de Biedma a Ángel González, escrita en Barcelona, el 30 de octubre de 1961. Se trata de la respuesta a otra carta en la que el poeta asturiano había enviado a Gil de Biedma copia de una pieza preparada para colaborar en el libro España canta a Cuba (Rennes, Ruedo Ibérico, 1962). Es un poema comprometido, de tema dado, por lo que se extreman los peligros y los códigos de una poesía civil que tanto Ángel González como Jaime Gil de Biedma habían ya abordado en otro tipo de composiciones.

(Fuente: Luis García Montero).-









PERLA DE LAS ANTILLAS




Ha estallado una perla y las cenizas
de la libertad,
impulsadas por el viento del Caribe,
siembran el desconcierto y el terror
entre los responsables de un continente inmenso.
Desde la Casa Blanca a la Rosada,
todos los techos de las Grandes Casas
están amenazados
por el irreparable, cruel desastre:
ha estallado una perla, y los residuos
de la dignidad
pueden contaminar a mucha gente.
Si los indios que obtienen el estaño y el cobre
en las minas de Chile y de Bolivia,
si los habitantes de los suburbios de Buenos Aires
y los desposeídos del Perú,
si los oscuros buscadores de caucho
y los integrantes de las tribus de Paraguay y de Colombia,
si los analfabetos ciudadanos de Méjico
inscritos en el Censo de Electores y borrados del Registro
de la Propiedad,
si los que fertilizan con su sudor las plantaciones
de azúcar y café,
si los que recortan las pesadas selvas a golpe de machete
para incrementar la producción mundial de piñas en conserva,
si todos ellos y sus otros muchos
hermanos
en la desnutrición
sufriesen en su carne
la quemadura de la nefanda escoria
de la dignidad,
acaso
pretendiesen ser libres.
Y entonces
¿qué sería de las grandes compañías,
de los trust y los cártels,
de los jugadores de Bolsa
y de los propietarios de prostíbulos?
En nombre de esos valores fundamentales
y de otros menos cotizados,
alguien debe hacer algo
para evitarlo.
Pero
ha estallado una perla.
Peligroso es ahora el viento del Caribe.
Entre el olor salobre de la mar
y el aroma más denso de las frutas del Trópico,
entre brillante polen de las flores
que crecen donde el sol es un flagelo
infatigable y amarillo,
entre plumas de verdes papagayos,
y golpes de guitarras, y sonrisas
blancas como canciones en la noche,
el viento arrastra una semilla
perfumada y violenta,
una simiente fina como el polvo,
nube dorada o resplandor sin nube
que los tifones lanzan –trizada
perla– contra las costas más lejanas,
y las brisas recogen y pasean
y las lluvias abaten –astillada
Antilla– sobre el suelo,
tormenta ciega o cielo derribado,
–izada Cuba, como una bandera–,
llama implacable o luz definidora,
más siempre pura, viva, poderosa,
fértil semilla de la libertad.


ÁNGEL GONZÁLEZ.-

miércoles, 19 de abril de 2017

MIGUEL ÁVILA CABEZAS








A AMBOS LADOS Y, SIN EMBARGO



A este lado de mi cuerpo
está la ausencia,
al otro, el filo de la cama.
He de tener cuidado y no caerme
y, sin embargo, tengo que esperar...

A un lado de esta muerte,
perdida en el abismo,
está la vida,
al otro, el pozo irremediable.
He de tener cuidado y no caerme
y, sin embargo, espero la caída...

A un lado de la orilla
está el olvido,
al otro, el sueño o la esperanza.
(No lo sé. La luz quizá)
He de tener cuidado y no dormirme...
He de tener cuidado y no vencerme...
y, sin embargo, el cansancio me domina...

A un lado está la vida.
Al otro, la muerte enamorada.
(Dijeron los poetas)
Y entremedias mi cuerpo
buscándose en la noche
como un eco perdido en la ceniza,
como un cadáver antes de nacerse.

He de tener cuidado y no olvidarme
de que sigo a tu olvido
eternamente atado.



MIGUEL ÁVILA CABEZAS ("Mas no desotra parte").-

FRANCISCO DE QUEVEDO










CON SU PAN SE LO COMA



Que el viejo que con destreza
se ilumina, tiñe y pinta,
eche borrones de tinta
al papel de su cabeza;
que enmiende a Naturaleza,
en sus locuras protervo;
que amanezca negro cuervo,
durmiendo blanca paloma,
con su pan se lo coma.

Que campe la muy traída
de que la ven distraerse,
cuando de ninguno verse
puede, por aborrecida;
que se case envejecida
para concebir cada año,
no concibiendo el engaño
del que por mujer la toma,
con su pan se lo coma.

Que mucha conversación,
que es causa de menosprecio,
en la mujer del que es necio
sea de más precio ocasión;
que case con bendición
la blanca con el cornado,
sin que venga dispensado
el parentesco de Roma,
con su pan se lo coma.

Que en la mujer deslenguada
(que a tantos hartó la gula)
hurte su cara a la Bula
el renombre de Cruzada;
que ande siempre persinada
de puro buena mujer;
y Calvario quiera ser
cuando en los vicios Sodoma,
con su pan se lo coma.

Que el sastre que nos desuella
haga, con gran sentimiento,
en la uña el testamento
de lo que agarró con ella;
que deba tanto a su estrella,
que las faltas en sus obras
sean para su casa sobras,
mientras la muerte no asoma,
con su pan se lo coma.


FRANCISCO DE QUEVEDO ("Poemas escogidos").-

martes, 18 de abril de 2017

PRESENTACIÓN POEMARIO "ALAMBRADAS", DE ANA CONSTÁN, MOTRIL 30-03-2017.-





      Ana Constán es natural de Motril (Granada), donde reside en la actualidad. Su gusto por la creación literaria, tanto en poesía como en teatro, le ha llevado a ser galardonada con diferentes premios. En poesía cuenta con el primer premio en los certámenes literarios convocados por el Ayuntamiento de Motril en 2000 y 2007; en 2002 queda finalista en el XXVI Certamen Castillejo Benigno Vaquero de Pinos Puente y ya en 2009 se alza con el Internacional de Poesía "Barbate Lee".
      En teatro, con la obra "Julia, mi mujer", obtiene el premio al mejor guión en el Certamen Mariana Pineda, convocado por el Ayuntamiento de Granada en el año 2000. Dicha obra ha sido representada en distintos escenarios, entre ellos el Teatro Calderón de la Barca (Motril), donde obtuvo el premio a la mejor obra en el I Encuentro de Teatro, convocado por el Ayuntamiento de la localidad dos años más tarde.
      Es autora también de otros textos teatrales como "Gritos de humo", representada en varias localidades (Salobreña, Loja...) y los inéditos "Mírame a los ojos y verás que miento" y "Subversive". Así mismo, su amor por el teatro y la enseñanza se han visto reflejados en varias obras teatrales para niños: "Ciudad Esmeralda", "El principito", "Ulises: la vuelta a casa" y "Quijote y Sancho: sueño y realidad".
      También ha participado en publicaciones colectivas como "Palabras al viento" (Centro de Estudios Poéticos) y "Sonetos y arrullos de amor". En 2012 publica en solitario el poemario "Sombra de un tiempo".



***********************************


      El pasado jueves día 30-03-2017 tuvo lugar la presentación del poemario "Alambradas" de la escritora y profesora motrileña Ana Constán. El acto acaeció en el Salón de Actos del Centro de Caja Granada en Motril y contó con un lleno absoluto.
      La venta del libro, en beneficio de Motril Acoge, fue así mismo todo un éxito de participación por esa honorable causa. Con prólogo del escritor motrileño Jesús Cabezas e ilustraciones interiores y portada de la acuarelista también de esta ciudad Mar Aragón, el poemario rezuma belleza, sentimiento y reivindicación a partes iguales.

      "Alambradas" es eso, un clamar a la sociedad dormida, un tintineo machacante en las conciencias en letargo para agitarlas y desprenderlas de esa venda obtusa y rancia que nos hace ver a lo diferente como enemigo. Las alambradas a las que se refiere el poemario no son tanto físicas (que también) como metáforas del desamparo y la desesperación. Unas alambradas que separan, hieren y desplazan a infinidad de corazones que luchan por sobrevivir.

      De la lectura de este poemario saldremos revitalizados, sumidos en una especie de catarsis llena de agua salada y pieles oscuras que pugnan, ateridas y desconfiadas, por mantenerse a flote.

      Gracias a Ana Constán por su buen hacer literario y la inmensa belleza que encierran todos y cada uno de sus versos.







LIBERTAD



Yo, que grité tu nombre
en los albores de la vida,
que recibí como del rayo
la luz callada, estremecida,
de aquellos que transitan en el llanto.

Yo, que cubrí mi frágil cuerpo
con la letra insumisa
que nombra tu presencia;
que apacigüé mi frío
entre soflamas y alegatos
de tantos como llaman a tu puerta.

Yo, que vestí de púrpura mis manos
en tus largas y frías ausencias
y calcé huellas de perfil extraño
para aliviar cansancios y temores;
que perfilé las lineas de tu rostro
en el rostro olvidado del que sufre;
que maldije a mi Dios cuando te fuiste
y cuestioné sus llagas y mi entrega.

Vuelvo a tu encuentro con la prisa eterna
del que ha dejado algo por hacer
en las calles desiertas de tu nombre.


ANA CONSTÁN ("Alambradas").-






































NICOLÁS RODRÍGUEZ MARTÍN








EL ACARRETO


A lo largo del camino
(golpes, moscas, polvo, sol)
los borricos meditantes,
budas casi en oración;
con su carga de dulzura
y de impasible dolor;
van y vienen, pasan cruzan,
caballeros de albardón,
sus sanchos son los arrieros:
Arre burro. Burro so.

Y después cuando la tarde
cubierta está de rubor
van llegando a los aperos,
el trabajo terminó;
qué poco pesa la carga,
cabos que alimento son;
qué alegres van los borricos,
pirámides de verdor.



NICOLÁS MARTÍN RODRÍGUEZ ("Llegar a Panata").-

TERESA ARIZA







LETARGO


Todo duerme. Descansa. Ralentiza,
diciembre, ritmo herido de las horas
adornadas de mustios amarillos,
tapizadas de barro y hojas muertas.
Blancura nívea de las altas cumbres,
coronadas de nubes azarosas
vestidas con su gris bata de cola,
que derraman en lluvia sus volantes,
fieros volantes de la pena negra,
campeando en los huertos, en los surcos,
como un túnel alado que me acosa.
Letargo de los bosques, de la savia,
de la sangre dormida en la tronera,
de los ojos cerrados en la espera.

Y yo espero,

con la paciencia gris del calendario
que regrese y que triunfe la ternura,
la claridad, el calor, el viento amigo,
que se arranquen los campos el sudario,
que se cubran de verde las praderas
y revivir en ti cualquier mañana.
Ver mudarse la nieve en agua clara
y que una vez vencida la nevada,
del corazón helado y persistente
pueda yo presenciar -bendita suerte-
la visión de una joven primavera
habitando en tu risa y en tu frente.




TERESA ARIZA ("Con la misma piedra").-

lunes, 17 de abril de 2017

KATHLEEN RAINE













UN AMOR RECORDADO



Un día, como afinados a un instrumento vivo,
a veces parecíamos
la visión doble de una sola mente.
De sueño a sueño, imágenes viajaban entre nosotros:
el vuelo de un gorrión, un serbal florecido,
la canción salvaje de un pájaro en el viento.
Pero luego, otros signos: una nube en descenso,
una casa incendiada.

Una bandada de aves trazó tu partida
escribiendo en el cielo de la tarde
de este mundo que habíamos aprendido a pensar
impermeable a los sueños.
Y la pena escribió tu mensaje en el aire,
demasiado delgado para poder velar
su desconsuelo. Entonces, sí, supimos
yo que sigo viviendo, tú en la hora de la muerte,
que ningún sueño es más tenue que el flujo
de este mundo de apariencias que se vuelve memoria,
donde ya no podemos ser como un día fuimos.
Mas la memoria devuelve al sueño -transformada
en regiones de mi dormir o tu vigilia-
alguna dolorosa alegría, ya pasada,
aún temblando en la atmósfera del corazón.
Un aliento, una voz
oída en otro país, donde, fuera del tiempo, nos encontramos.



KATHLEEN RAINE ("Fragmentos de una visión sagrada").-

MIGUEL ÁNGEL ANGULO










MENSAJE


Ingenioso fue el primer beso
sobre el cual aún me sonrojo.
Anda y mira como giraba el reloj...
Bueno quizá haya sido enredoso
entonces entenderás porque me quedo cojo.

Las palmas de nuestras manos
han hecho locuras y bondades
entre los dedos que ahora alejamos
razones insuficientes e inmortales quizás...

No hubo otra edad igual,
alguna por la que nazcan tantos sueños,
ni siquiera gestos o besos que inventar.

Déjame que piense sólo lo bonito de lo bonito
en lugar de recordar las sobras de intensidad.

Zapatos nuevos pero con tus huellas,
las que están detrás y las que irá a mi par.
Omnipresentes nuestras ganas
para siempre mientras figuren las estrellas.
Entérate y no preguntes si te amé de verdad...

Zurciré para ti muchas más letras
en los días propios y sin edad,
natos de la más perpetua imaginación,
motivada por la cariñosa generosidad
infiltrada a los pies del otro corazón.

Coincides con algunos colores del amanecer
o eres del día las buenas noches.
Razones incisivas voy a tener
antes y después de beber.

Zalamería en todas las letras que esbozo
o ¿te parece mentira al leer?
No hay más verdad, y así me encojo.



MIGUEL ÁNGEL ANGULO ("Trenzado").-

NACHO ARIAS DÍAZ







VACÍO



Abrió la puerta
y sus ojos se alargaron
para tocarla al fondo.
Estaba tumbada en silencio
junto al árbol de navidad.
Ni siquiera probaron el pavo
y el champán se calentaba en la mesa.
Ignoraban como regresar
para mantener las cosas juntas.

A través de la ventana
la sorprendió
cargando el equipaje en el coche.
Lo hacía por nada,
pero se llevaba
el olor a violeta de las paredes.
Y aunque nunca más
volvería a encontrarla
en su mirada,
por primera vez en años
se sintió vivo,
salvado.


NACHO ARIAS DÍAZ ("Los nombres del vacío").-

PABLO NERUDA







20



Estos dos hombres solos,
estos primeros hombres
allá arriba
¿qué llevaron consigo
de nosotros?
¿De nosotros los hombres,
de la Tierra?

Se me ocurre 
que aquella luz fue nueva,
aquella estrella aguda
que viajaba,
que tocaba y cortaba
las distancias,
aquellos rostros nuevos
en la gran soledad,
en el espacio puro
entre los astros finos y mojados
como la hierba en el amanecer,
algo nuevo venía de la tierra,
alas o escalofrío,
grandes gotas de agua
o pensamiento
imprevisto, ave extraña
que latía
con el distante corazón humano.

Pero no sólo aquello,
sino ciudades, humo,
ruido de multitudes,
campanas y violines,
pies de niños saliendo de la escuela,
todo eso en el espacio
vive ahora,
desde ahora,
porque los astronautas
no iban solos,
llevaban nuestra tierra,
olor de musgo y bosque,
amor, enlace de hombres y mujeres,
lluvia terrestre sobre la pradera,
algo flotaba como
un vestido de novia
detrás de las dos naves del espacio:
era la primavera de la tierra
que florecía por primera vez,
que conquistaba el cielo inanimado
dejando en las alturas
la semilla
del hombre.



PABLO NERUDA ("Tus pies toco en la sombra y otros poemas inéditos").-

JOSÉ MANUEL CABALLERO BONALD








CAPÍTULO SEXTO



Era en los tiempos de donde procede la memoria que
tengo de mañana
oh negra luz oh sombra que otras sombras pretéritas
engulle
oh blanca oscuridad escrita en los papeles rutilantes de la
misericordia
hazme creer que el flujo del pasado equivale a un caudal
de predicciones
mientras lo ya vivido se desliza hacia el despeñadero que
precede a la nada
y todos los ayeres fidedignos forman un solo instante de
incertezas.

A veces me perdía por trayectos contrarios por rutas
invivibles
hurgaba en la maravillosa potestad resguardadora de los 
Números
iba y venía erraba y una vez más volvía a los estorbos las
contrariedades
de una historia de réditos ficticios vagamente reescrita
en alguna porción de la memoria deseante
queriendo conocer reconocer las presuntas humanas
lozanías
que iban contrarrestando la codiciosa pudrición de la
equidad.

Un dulce azul efímero se desplazaba por los ventanales
cuando vino Mercedes la Cilantra a emplazarme en su vida
aquella portentosa sucesión de escondites penurias
escapadas
repartidas entre la sierra de Cardeña y el embalse de
Jándula
los zarpazos del hambre la inclemencia la conmiseración
el reclamo terrible de los guardias montunos
las delaciones defecciones perfidias que engendraba el
terror
las larvas de las pesadillas royendo royendo el decoro
como la peguntosa savia de la jara los rebordes del frío.

Belleza prodigada ¿para quién? en tantos eminentes
ventisqueros
en tanta luz hendiendo las polícromas vidrieras del
paisaje
las siempre acogedoras espeluncas los musgos y
criptógamas
tapizando las piedras turbando las distancias pulidas por
el miedo
y el erial estrellado de la noche surtiendo al tiempo de
hermosura tanta.

¿Qué se hizo de aquellos perdedores arrinconados en las
cárceles
caídos en la tierra innominada en la espantosa sima
héroes anónimos condenados a las degradaciones los
olvidos
borrados ferozmente de todos los legajos archivos
mamotretos
sin tregua desguazándose en las ínfimas fosas de la
postergación
nunca más resurrectos de sus muchos repudios arterías
siquiera fuese en los preámbulos de una justicia sin
codificar?.



...//...



JOSÉ MANUEL CABALLERO BONALD ("Entreguerras-fragmento").-

sábado, 15 de abril de 2017

GASPAR ESTEVA RODRÍGUEZ














NUBES DE TRISTEZA






Nos resulta imposible averiguar en nuestros rostros los
deseos del alma, como adivinar la sensualidad entre
montañas de papel o las razones del cielo para agazaparse
en el horizonte.

Un arcoíris de tristezas sin nombre recorre la tierra,
faltan semillas que impregnen los surcos dejados por el
granizo para hacer brotar banderas que enarbolen utopías.
Las brumas nos disipan las verdades.

Las miradas esconden vergüenzas, el amor se oculta tras
los postigos de los helados corazones, se desahucia la
pobreza dejándola desnuda hasta los huesos y convirtiendo
la justicia en guadaña con que segar la vida.

Hemos gestionado lo que nos rodea con la razón de los
números, pretendiendo rentabilizar la textura de la
brisa, desatendiendo los latidos de la tierra y los susurros
del viento que se mezclaban con el agua.

Y mientras miramos las nubes nos cae nieve en la garganta.
Faltan puños en las manos, dedos para señalar el camino
y unas pestañas para airear las frentes que permanecen
cosidas a los pensamientos, indiferentes, cegados,
silenciosos.


GASPAR ESTEVA RODRÍGUEZ ("Oscuridad del viento").-

viernes, 14 de abril de 2017

OCTAVIO PAZ










CERCA DEL CABO COMORÍN



En un land-rover averiado
en mitad del campo llovido.
Árboles con el agua al cuello
bajo un cielo recién nacido
y blancos pájaros flemáticos,
airones y garzotas, impolutos
entre tantos verdes dramáticos.
En la ciénaga sumergidos
estultos búfalos lustrosos comen,
casi enteramente dormidos,
lirios acuáticos.
Una pandilla
de monos mendicantes. Increíblemente
trepada, una cabra amarilla
sobre una piedra puntiaguda. Un cuervo
sobre la cabra. Y la invisible,
aunque constante, pánica presencia:
no araña o cobra, lo Innominable,
la universal indiferencia
donde la forma vil y la adorable
prosperan y se anulan: vacíos hervideros.
Doble latido en la fijeza del espacio:
el sol junto a la luna. Anochece.
El martín pescador es un topacio
instantáneo. El carbón prevalece.
Se disuelve el paisaje ahogado.
¿Soy alma en pena o cuerpo errante?
Se disuelve también el land-rover parado.


OCTAVIO PAZ ("Antología poética").-

JUAN JOSÉ CUENCA

 
 
      Hola a todos!!!!
 
      Hoy voy a empezar con un fragmento de mi poemario LA MIRADA FINGIDA, un poemario muy especial, ya que cuenta, a grandes rasgos, etapas muy importantes en mi vida. Es, por lo tanto, totalmente autobiográfico.
      Como no todo va a ser poner poemas de los demás, vamos a comenzar por ir colgando alguno de los  míos, pero muy poquito a poco...
      Pasad un buen día lleno de poesía.
 
 






 
 
LA MIRADA FINGIDA
 
 
 
                                       IV
 
 
 
Los años se vuelven aliados,
y aunque hube de esconderme
no he logrado separar siquiera una noche entera
de estos días tristes,
no podría haber logrado nunca sollozar con el corazón
lleno,
no podría haber logrado un soplo,
no podría abandonarme a un soplo
ni a un vicio que pueda azotarnos,
que pueda abarcar si prisa toda la
piel.
 
Pasaron raudos aquellos locos momentos, Ana
volvió a pasar raudo este momento
loco
y no he querido reunir todos los labios
que te han nombrado, que te han desvestido,
porque nada parece ya lo que era,
y es cierto pero lejano,
y emerge tras la cortina de tu empeño
y nunca llega,
como un ave en el aliento último;
y recorro esta acera de baches livianos,
tocando cada una de las líneas abiertas
sobre el ombligo de tu descontento que
nunca viaja sólo,
y me apresuro acompañándome a mí mismo,
o lo intento,
o quiero,
balbuceando un verso para abrirlo contigo,
sin sentirlo contigo,
sin herirlo con estas palabras toscas,
y me elevo fingido
sobre esta cumbre rota de la memoria
que busca perderse un poco,
que busca amanecer y despojos
mientras me apresuro conteniendo
mi prisa de los lunes,
mi desidia calmada,
el goce,
y descubro basta y locamente erguida
la pereza que otras personas escupen envenenando
todo corazón
y la miman,
blandiendo media sonrisa sobre la mesita de noche
para adormecerla sinceramente,
porque envidian acaso un tenue aleteo,
un aleteo níveo de tus párpados precoces,
y corren despavoridos y rechinan dientes y huesos
y la visten de cuando en cuando de indiferencia;
pero he descubierto, muy tardamente descubierto,
que me encuentro desnudo,
que me levanto y me agazapo por inercia
detrás del cónclave de lunares en tu hombro,
que aviva el sueño y huele un poquito a cena,
que aviva el hambre,
que aviva mi hambre
dejándome solo pellejo y sombra.
 
...//...
 
 
JUAN JOSÉ CUENCA LÓPEZ ("La mirada fingida").-

domingo, 9 de abril de 2017

FEDERICO GARCÍA LORCA








CEMENTERIO JUDÍO



Las alegres fiebres huyeron a las maromas de los barcos
y el judío empujó la verja con el pudor helado del interior de las lechugas.
Los niños de Cristo dormían
y el agua era una paloma
y la madera era una garza
y el plomo era un colibrí
y aun las vivas prisiones de fuego
estaban consoladas por el salto de la langosta.

Los niños de Cristo bogaban y los judíos llenaban los muros
con un solo corazón de paloma
por el que todos querían escapar.
Las niñas de Cristo cantaban y las judías miraban la muerte
con un solo ojo de faisán ,
vidriado por la angustia de un millón de paisajes.

Los médicos ponen en el níquel sus tijeras y guantes de goma
cuando los cadáveres sienten en los pies
la terrible claridad de otra luna enterrada.
Pequeños dolores ilesos se acercan a los hospitales
y los muertos se van quitando un traje de sangre cada día.

Las arquitecturas de escarcha,
las liras y gemidos que se escapan de las hojas diminutas
en otoño, mojando las últimas vertientes,
se apagaban en el negro de los sombreros de copa.

La hierba celeste y sola de la que huye con miedo el rocío
y las blancas entradas de mármol que conducen al aire duro
mostraban su silencio roto por las huellas dormidas de los zapatos.

El judío empujó la verja
pero el judío no era un puerto
y las barcas de nieve se agolparon
por las escalerillas de su corazón.
Las barcas de nieve que acechan
un hombre de agua que las ahogue.
Las barcas de los cementerios
que a veces dejan ciegos a los visitantes.

Los niños de Cristo dormían
y el judío ocupó su litera.
Tres mil judíos lloraban en el espanto de las galerías
porque reunían entre todos con esfuerzo media paloma,
porque uno tenía la rueda de un reloj
y otro un botín con orugas parlantes
y otro una lluvia nocturna cargada de cadenas
y otro la uña de un ruiseñor que estaba vivo
y porque la media paloma gemía
derramando una sangre que no era la suya.

Las alegres fiebres bailaban por las cúpulas humedecidas
y la luna copiaba en su mármol
nombres viejos y cintas ajadas.
Llegó la gente que come por detrás de las yertas columnas
y los asnos de blancos dientes
con los especialistas de las articulaciones.
Verdes girasoles temblaban
por los páramos del crepúsculo
y todo el cementerio era una queja
de bocas de cartón y trapo seco.
Ya los niños de Cristo se dormían
cuando el judío, apretando los ojos,
se cortó las manos en silencio
al escuchar los primeros gemidos.



FEDERICO GARCÍA LORCA ("Poeta en Nueva York").-

sábado, 8 de abril de 2017

SAMUEL TAYLOR COLERIDGE










CRISTABEL



Es medianoche en el reloj del castillo
y los búhos han despertado al gallo cantador;
¡Hu-huuuu... Hu-huuuu...!
¡Y, escuchad de nuevo! el gallo cantador,
aún medio dormido canta.

Mi señor Leolino, el rico barón,
tiene una perra mastín sin dientes;
desde su refugio bajo la roca
responde al reloj,
cuatro ladridos en los cuartos y doce en la hora;
siempre invariable, haga bueno o llueva,
dieciséis breves ladridos, no demasiado fuertes;
algunos dicen que ve la mortaja de la señora.

¿Está heladora y sombría la noche?
Fría está, pero no obscura.
La nube gris y fina se extiende por lo alto,
cubriendo el cielo sin ocultarlo.
Detrás está la luna llena;
que, sin embargo, parece pequeña y pálida.
Helada está la noche, gris es la nube:
es un mes antes del mes de mayo,
y la primavera llega despacio en estas regiones.

La bella dama Cristabel,
a la que su padre ama tanto,
¿qué hace tan tarde en el bosque,
a doscientos pasos de la puerta del castillo?
Ayer soñó toda la noche
en el caballero al que está prometida;
y quiere rezar en el bosque a medianoche
por la salud de su amado que está muy lejos.

Iba como una sombra, sin pronunciar palabra,
sus suspiros eran tiernos y silenciosos,
y no había nada verde en el roble
excepto musgo y algunos muérdagos:
cae de rodillas bajo el enorme roble
y ora en silencio.

...//...


SAMUEL TAYLOR COLERIDGE ("La rima del viejo navegante y otros poemas- Cristabel, 1ª parte- fragmento").-

viernes, 7 de abril de 2017

WILLIAM WORDSWORTH










INFANCIA Y HORAS DE COLEGIO



Oh hay bendiciones en esta suave brisa
que sopla desde las verdes praderas y las nubes
y desde el cielo: acaricia mi mejilla,
y parece casi consciente del gozo que otorga
¡oh, bienvenida mensajera! ¡Oh, bienvenida
amiga!
Un cautivo te saluda, procedente de una casa
de ataduras, liberado de las murallas de aquella
ciudad,
una prisión donde había pasado largo tiempo
emparedado.
Puedo fijar mi habitación donde desee.
¿Qué hogar me acogerá? ¿en qué valle
encontraré mi puerto? ¿bajo qué arboleda
emplazaré mi hogar? ¿y qué dulce arroyo
me acunará con su murmullo hasta que duerma?
Toda la tierra se extiende ante mí. Con corazón
gozoso, sin miedo ante su propia libertad,
miro a mi alrededor; y si acaso eligiera como guía
simplemente a una nube vagabunda,
tampoco podría perderme. ¡Respiro de nuevo!
Trances del pensamiento y exaltación de la
mente
me abordan con rapidez; ha caído,
como por un milagroso regalo ha caído
ese peso de mi propio ser innatural,
el enorme peso de muchos días agotadores
no míos, y eso días no fueron hecho para mí.

...//...


WILLIAM WORDSWORTH ("Preludio, Libro Primero, extracto").-

jueves, 6 de abril de 2017

WILLIAM SHAKESPEARE







Pintado por Natura el rostro tienes
de mujer, dueño y dueña de mi amor;
y de mujer el corazón sensible
mas no mudable como el femenino;

tus ojos brillan más, son más leales
y doran los objetos que contemplas;
de hombre es tu hechura, y tu dominio roba
miradas de hombres y almas de mujeres.

Primero te creó mujer Natura
y, desvariando mientras te esculpía,
de ti me separó, decepcionándome,
al agregarte lo que no me sirve.

Si es tu fin el placer de las mujeres,
mío sea tu amor, suyo tu goce.



WILLIAM SHAKESPEARE ("Sonetos").-

miércoles, 5 de abril de 2017

ENCARNA LARA











BRINDIS



Qué viento te dejó en esa hora
la musical estrella de tus manos.
Qué ángel llegó en ese instante
cuando el alba plena de guitarra
se halló contigo a solas.
Tantas veces, maestro, en mi sillita baja
oí pajarear tus notas ancestrales,
que alzada se quedó en la memoria mía
la clave de tu zambra.
Hoy, con este brindis de la palabra amiga,
celebro ufana haberte conocido
y sentirme asistida de tu gloria
con el recuerdo de tanta melodía.
Mientras mi alma, colmada, se desata
al compás de tus alegres bulerías.


ENCARNA LARA ("Raíz flamenca").-

JULES LAFORGUE












TARDE DE CARNAVAL



París alborota bajo las farolas. El reloj cual fúnebre tañido
da la una. ¡Cantad! ¡Bailad! Es breve la vida,
todo es vano, -y, allá en lo alto, ved, la Luna sueña
tan fría como en los tiempos en que el Hombre no existía.

¡Ah, qué destino banal! Todo resplandece y luego pasa,
seduciéndonos de infinito con lo Verdadero, con el Amor;
y así seguiremos, hasta que a su vez,
sin dejar huella alguna, estalle la tierra en los cielos.

¿Dónde despertar el eco de todos esos gritos, de esos llantos,
de esas charangas de orgullo que nos refiere la Historia,
Babilonia, Menfis, Benarés, Tebas, Roma,
ruinas sobre las que el viento hoy siembra flores?

Y a mí, ¿cuántos días me quedan por vivir?
¡Y me arrojo al suelo, y grito y me estremezco
ante los siglos dorados para siempre dormidos
en la nada sin corazón de la que ningún dios libera!

Hasta que de pronto escucho, en la paz nocturna,
un paso sonoro, un melancólico y estúpido canto
de obrero borracho sin remedio que torna de la fiesta
y al azar entra en algún innoble reducto.

¡Oh, qué triste, qué incurablemente triste es la vida!
En las fiestas de aquí abajo siempre he sollozado:
"¡Vanidad, vanidad, todo es sólo vanidad!"
-Luego pensaba: ¿dónde están las cenizas del Salmista?


JULES LAFORGUE ("Obra poética").-