DISPERSIONES

DISPERSIONES

domingo, 30 de junio de 2013



ESPUMAS RIZADAS


Espumas rizadas se disipan
                                        tras el oleaje,
dejando de improviso un halo de tarde dominguera.

Ayer fui un resorte,
un camafeo tendido en la alfombra
que miraba atónito el paso de caballos desbocados.
Preferí sentarme, que no doblegarme,
e insinuar que nada me importa poco.

O nada.

Me sorprendí pensándote.
No hace daño el clamor ni el pitido
majestuoso de la savia que envuelve mi miembro
aterido;
como no fue en vano el huirte deliberadamente.


Del poemario "Lluvia en los zapatos", de Juanjo Cuenca.-


TU MIRADA



La melancolía me abate si muero.

Pero como hay distintas formas
(permitidas bajo licencia de titiritero)
en las que puedo causar óbito,
despeino viento a viento tu mirada asesina.
La prefiero, callado, a cualquier otra muerte:

no me valen languideces,
ni un sopor pálido e inoportuno.
Restaría sumando las brasas en mi ingle
marcadas,
los espasmos, el calor en enero
condensado.

¡Cómo sería morir contigo mirándome!.


Del poemario "Lluvia en los zapatos", de Juanjo Cuenca.-

jueves, 27 de junio de 2013



EVASIÓN



Mientras no llegue a tiempo
tu susurro endemoniado,
buscaré evadirme en otros besos
que también son los tuyos.



Del poemario "Lluvia en los zapatos", de Juanjo Cuenca.-


SIESTA


Desconfío cuando la mosca, indolente,
pasea por mi brazo.

Bajo la sombra fresca obtengo el aroma
del sueño;
incesantes armonías con destellos de frágil pudor
me atraviesan de parte a parte
ahora que estoy en el limbo.

La mosca, sabia,
ironiza un baile sarcástico
sobre la punta de mi nariz,
que expulsa con un silbido
el descanso de los condenados.



Del poemario "Lluvia en los zapatos", de Juanjo Cuenca.-


UN SOLO LATIDO


Cuando yo te diga que me mires
recela y no me hagas caso:
imagina que te escondes, estertórea,
bajo las cuerdas del trapecio.
Huye,
cuando yo te diga que me mires;
vuélvete fría como alabastro,
véndete barata en ese mercadillo
de tintes y mescolanzas.
Haz lo que quieras
pero huye.
Y si te llamo
y te digo que me mires,
cierra los ojos y estornuda a un lado.

No sea que me dé por quererte.



Del poemario "Lluvia en los zapatos", de Juanjo Cuenca.-


SOMOS LUNÁTICOS


Somos lunáticos,
agarrados al borde de esta noche tremenda
que no acaba.
La lluvia ralentiza los huesos que se atraen
como imanes
y se funden piel con piel.

¡Cuánto celo cabe en tu osadía!.

Somos como agua que no corre,
poderosa cintura que doblega éste
tu horizonte,
opalina fisura que escuece entre los dedos.

Somos lunáticos, no lo olvides,
caminando a ras de este abismo.



Del poemario "Lluvia en los zapatos", de Juanjo Cuenca.-

martes, 25 de junio de 2013



EN LA ORILLA DE TU RUMBO


En un vuelo me aproximé a la luna
para rescatarte de este influjo:
"avivaré la llama y la depositaré en la esterilla".

Tendrás que contentarte con el sigilo,
con la vana esperanza,
el mendrugo depositado, inmenso,
con atardeceres níveos...

No encuentro el sarcasmo que
                                             me erosione
hasta hacerme retroceder;
quizás, una vez perdido,
                                             me acerque hasta la orilla.



Del poemario "Lluvia en los zapatos", de Juanjo Cuenca.-


TU NOMBRE ME SABE


Tu nombre me sabe a milagro.

No acierto a verte de otro modo
que no sea desde tu frente.
Tu nombre de mil fragancias, un millón,
hace que todo me sepa a lesera.

Enmarcado en lapislázuli hay un iris
que me aturde (no parece sino un mar
sin fondo)
y muere poco a poco en el abismo
del precipicio donde crece un lirio
amarillo.

Tu nombre me sabe a fruslería.

La mamancona hojea una revista de corazón
mientras fuma sentada en la piedra.

Y tú te alejas,
con tu nombre a modo de bandera.


Del poemario "Lluvia en los zapatos", de Juanjo Cuenca.-


LLUVIA EN LOS ZAPATOS


Hazte a un lado:
esparce el silencio condensado
en grises platos repletos de azúcar.

Por las noches me disipo entre espejismos
que saltan sobre mi espalda
en un reguero de incertidumbre:
todo está en callada plenitud
sobre azoteas y dinteles.

La lámpara de mesa explota
su abrazo sobre el pecho mutilado;
el laberinto de sábanas se convulsiona
y enardece una humedad que no es la tuya,
es mi lloro.

Cuando la tímida luz se fragua
por entre la persiana,
eres una poesía incompleta,
un rayo célebre y certero.

Pero no mitigas la sed.

Siempre serás, lluvia en los zapatos.



Del poemario "Lluvia en los zapatos", de Juanjo Cuenca.-

jueves, 20 de junio de 2013



EL REINO DE MI ALCOBA


Me enardeciera rozarte.

Te suplicarían amargas en lunes
mis débiles palabras:
lluvia amazónica, ese arbusto
o la música agria de este cuento.

A sueños barrería la impronta de tu sexo,
orgasmos dormidos en las yemas
cálidas y frías,
orgasmos en los que diluirme.

Te renunciaría.

Abriría en este día
esta carta sin atributos ni fecha,
con letras desgastadas
                                 impresas en la letanía
de un murmullo de esencia pura,
doblegado en la candente cima.

Se tornaría hielo tu mejilla,
una plataforma cínica en la madrugada,
expansión de lodo en mi regazo:
yo buscaría el aleteo
                                 perpetuo y censurado
que reinaría otra vez
                                 en mi alcoba.

Ma saciaría de ti sin pedir a cambio,
robaría.



Del poemario "Lluvia en los zapatos", de Juanjo Cuenca.-

martes, 18 de junio de 2013



LUZ SIN ALBA


Con este adulterio
sencillo de necesitarte
-pero no quererte-

busco refugio en el olvido
de tu luz
sin alba.




Del poemario "Lluvia en los zapatos", de Juanjo Cuenca.-


PENSAMIENTOS FÚTILES


Retrasen estos pensamientos perderme en tu abrazo,
quemarse bajo tu falda como un deseo,
invocarlo, de nuevo, a cada instante.




Del poemario "Lluvia en los zapatos", de Juanjo Cuenca.-


AÑORANZA


Finalizó el cómputo de horas perdidas
entre líquenes desgastados en la cornisa.
Son ellos los que se cernían
y anidaban, solícitos, en mi codo.

¡Sucumbimos paseando en el verdín!.

Después -el sol
ha ido resecando lo uno y tu mirada-,
sólo nos quedaba ensimismarnos en los recuerdos.

¿Dónde habrá quedado la leve forma de la paloma?.


Del poemario "Lluvia en los zapatos", de Juanjo Cuenca.-


TRÁNSITO


Entre la quimera desgarbada
cabalga el tránsito que yo conozco
a deshora:
escandalizan mis versos aquellos frutos
de los que se sonrojan orquídeas
prendidas en tu pelo,
para mitigar mi silencio con un soplo
breve, dulce, delicioso
y consumido
a bocanadas espaciosas
de viento efímero.


Del poemario "Lluvia en los zapatos", de Juanjo Cuenca.-

sábado, 15 de junio de 2013



ES COMO LO IMAGINO


Nada más loable ni cierto,
a la vez que ingenuo y solapado:
esa trenza zahína
esparcida por el aire y el salitre.

No piensa en esconderse
ese tumulto de piedras
                                 cifradas
que, por rodar en el acto, por un goce
van asidas a tu brazo.

Es como lo imagino.


Del poemario "Lluvia en los zapatos", de Juanjo Cuenca.-


PRIMER DÍA DE LA SEMANA


Los lunes, el reloj burbujea más lento.
Quizás intervenga la presión demoledora
entre los ojos, donde un color
o forma se sobreponen:
los novios se escabullen en la desidia
parca, o mendigan
los trozos de amor diligente,
supurando saliva y caricias;
escamotean flores de la mesa
y se invaden como en una guerra.
"Estas cuatro paredes son mi muro",
reivindico en alegato,
"un cielo esquivo y cimbreante".
Te entretienes con la colcha. Eres como un bache de cautela.
Mas cuando la carne es devorada
con ansia inusitada,
desmembrar explícitos los lunares de nuestros cuerpos
y levitar justo por debajo del catre desvencijado
-charcos opalinos y acres-
para cosechar confidencias escritas
sobre la almohada:
                                  odio sin tregua
en una lucha esperpéntica de cuerpos
y de instinto.


Del poemario "Lluvia en los zapatos", de Juanjo Cuenca.-




EMOCIONES



Hallaré un sin fin de emociones
vanas;
letreros en negrita anunciando una sobremesa,
adoquines mojados,
el mar reflejado en la postal de la tele.

Y el indiscreto caminar de un hombre sin sombrero.



Del poemario "Lluvia en los zapatos", de Juanjo Cuenca.-


PREGUNTA


¿Merecerías alejarte cercana ahora que,
arrastrándome por encima de aceras y bordillos,
me he conmovido -que no corrompido-
y has liberado sobre mí el intenso
poder de tus hechos,
el quiebro indisoluble,
la metralla enquistada en el ombligo
de mi cráneo,
tu vientre solícito y purgado
en estertores como de orgasmo,
dime,
merecerías perderte ambigua
para luego volver a encontrarte?.


Del poemario "Lluvia en los zapatos", de Juanjo Cuenca.-


SILLA DE GATO


Un rezo anodino y socarrón
arremolina las dobleces de esas manos
quedamente asolapadas.

Ronronea el gato en la silla.

Tras la puerta entreabierta
son las sombras las que avanzan lentas
hacia el merecido trabajo de dibujarte.

Deslizan. Acusan con el dedo.

Los chiquillos quisieran asomarse a la ventana
a través del velo astuto, 
la lengua cae flácida a un lado.

Ostentan varios el récord de miradas
que la luz mortecina permite.
Que una voz de mando no siegue.

Miradas que han sonreído otras veces.

Y cuando se disipe, al fin, la espera,
notarán el ímprobo cosquilleo
de haber surcado el miedo.

Del poemario "Lluvia en los zapatos", de Juanjo Cuenca.-


ASFALTO


Asfalto sobre asfalto.
Pasos que enmudecen a cada quejido,
la maleta, verde cielo, ara la cuna
silenciosa de la carretera.

Hombre sobre hombre.

Qué poco queda
(o mejor, nada)
de ese glorioso desparpajo que ansiaba
y se perdía en carencias ocultas
tras la cortina de moho de esta oscura
habitación.

Ya no suenan timbales,
ni siquiera aquella guitarra
que asolana tu ritmo como desguace
polvoriento en mi camino.

Asfalto sobre asfalto mercenario.
Asfalto sobre asfalto.

Asfalto...


Del poemario "Lluvia en los zapatos", de Juanjo Cuenca.-

viernes, 14 de junio de 2013

PRESENTACIÓN POEMARIO "LA MIRADA FINGIDA", de Juanjo Cuenca. Teatro Calderón de Motril (12-04-2013).-












   Qué emoción y alegría al verme rodeado esa tarde-noche de tantas personas queridas y amigos..., arropándome y queriéndome en la presentación de esa "La Mirada Fingida". Un canto a la vida y al amor. Mi amor... Todo salió estupendamente, me sentí desbordado con tantas muestras de cariño, hubo ausencias que dolían pero, en definitiva, estábamos todos los que eramos.... Gracias. Mil gracias. "LA MIRADA FINGIDA", sigue su periplo por librerías y hogares...

jueves, 13 de junio de 2013



ENSEÑANDO LOS COLMILLOS


He regresado paciente
hasta las sublimes circunstancias
que me anudaron a este valle de endrinos.
He hipotecado mis palabras más íntimas,
mi pena esparciada en la alacena,
mi soberbia, tu halo desmesurado.
Tengo por exquisitas tus uñas sin carne,
al promontorio ajeno a una canción
de invierno;
las hojas suicidadas en escaparates marchan
sumisas, tras tu estela de agua azucarada.
Me apacigua el rencor que gorgojea
tras el pelo infame de un postizo.
No sé anhelarte a dentelladas.
Pernocto proscrito,
en mi guarida de enojado licántropo.


Del poemario "Lluvia en los zapatos", de Juanjo Cuenca.-


ME EMBRIAGUÉ DE TI


Tras sentarme despacio, humilde,
sumido en los reflejos de tu espejo,
purgando en tu cama mis excesos,
propugno toscos recesos.

Me imaginé por un momento,
me embriagué de ti y por ti misma
me entretenga el suave monte
tuyo donde me pierdo.

Enjugo esta frente
cuyas raíces aún no están definidas.
Cimbrea aquella: una insaciable
buitrera carente de hijos pródigos.

En todo el espacio q ue me proyecta
no encuentro mi alma ingenua y desbordada.
Te discurro solícito. En ti me encomiendo,
en un mar poblado de cadenas.


Del poemario "Lluvia en los zapatos", de Juanjo Cuenca.-

domingo, 9 de junio de 2013

PRESENTACIÓN POEMARIO "COMETA BLANCA SOBRE MAR AZUL", de Juanjo Cuenca. Biblioteca Municipal de Salobreña 07-06-2013.-




Alguien dijo una vez que los niños poseen el alma prístina y dulce de los pensamientos más puros. Nunca sentí tanta satisfacción como al verme rodeado, como si de una pequeña manada de cachorros hambrientos se tratase, de un montón de caras ilusionadas y ávidas por saber, preguntar y, en definitiva, disfrutar de la poesía. En verdad que me sorprendieron y emocionaron. Después de escuchar en sus diminutas voces cómo sonaban los poemas de "Cometa blanca sobre mar azul", dejaron en mí un poso de orgullo y una poca de luz en el camino que, cual quijote en busca de enredos y quimeras, un día me propuse: hacer llegar y sentir la poesía a los más pequeños; que lean poesía y la disfruten, que entiendan que la poesía es sencilla pero a la vez inmensa, y que puede contar historias tan fantásticas como cualquier libro.
Que antes incluso de comenzar la presentación ya se me acercara algún chaval y con la mirada dubitativa de quién quiere expresar más allá de lo que conoce me dijera que ya tenía leidos varios poemas e, incluso, manifestaran claramente sus favoritos..., como dice el anuncio: no tiene precio. Además, y de eso no me cabe la menor duda, me indica que voy por buen camino...

Gracias.-


VIDA


Sé tú misma, no me obligues
a levantarte de la nada.
Deléitate asombrada y vaticina, idiota,
la aurora que anida en la pérgola:
que no halla en el tiempo celosía,
que malvive.

Sé por una vez una pluma,
elévate por encima de la torpe desidia
de aquel primigenio, último locuaz universo,
el parpadeo en tu ira
de ligereza flaca en el murmullo.
Despréndete de la piel.

Sé una lluvia pertinaz
en unos muslos que se abren para atraerte
con la crecida de la Tramontana,
rodéate de densa polvareda,
abortado el cauce de niña buena.
Sé ególatra en veredas tiernas que rezuman guijarros.

Y mátame sobria,
ahonda firme y decidida
                                   en la herida
que huye como reguero,
taladra la belleza de la mañana
amanecida, sin fondo;
pero no doblegues sin irte primero
la elocuente misa de los domingos,
la promesa como una daga,
píntame el color
                                    tristemente, vida.


Del poemario "Lluvia en los zapatos", de Juanjo Cuenca.-


VIENTO ADVENEDIZO


Ayer fueras caminando sola.
Me sorprendo domesticando el pelo de tu ceja.
Para asirte de la mejilla
voy buscando engañarte en un murmullo.
Te venero.
Buceo bajo la almohada para que se despabile
el olor dulzón de tu sexo,
para que no sufran
los apocalípticos senos en mi cintura,
para ralentizar, pausado, tu respiro:
desciendo a tus infiernos.
Me volteo en una acrobacia insegura.
Tanteo y palpo el pálpito que se diluye
angosto.
Recito uno a uno todos tus versos.
Tú me impides coronarte de humo,
yo me escurro en este duermevela.
Miénteme. Y te miento.

Estoy contando las páginas más tardías,
las arrugas, el desconcierto.
No encuentro otra razón más poderosa
para amarte despacio y sin dudarlo.


Del poemario "Lluvia en los zapatos", de Juanjo Cuenca.-

miércoles, 5 de junio de 2013



EN UN MINUTO MINÚSCULO


En un minuto minúsculo
atesoro recuerdos vagos como aire de levante.
¡Cuánta desidia!.
El mar...
borbotones helados de tierra rojiza,
espuma gris,
niños en los balcones desmenuzando atardeceres:
pan en la merienda
y canicas en los bolsillos.

Aún contemplo rizadas pestañas
perdidas en salitre.

Regocijo incierto sobre el hule de una habitación
blanca,
un perro que vaguea en el tranco,
bocanadas exprimidas como estertores
tras la tapia derruida en herrumbre.

El mosaico de tu piel serena
es mi mejor escapulario
pintando un puzzle esparcido
sobre mi cuerpo marchito.


Del poemario "Lluvia en los zapatos", de Juanjo Cuenca.-