DISPERSIONES

DISPERSIONES

lunes, 31 de octubre de 2016

LUIS CERNUDA












          Sevilla, 1902-México, 1963. Cursó estudios en su ciudad natal, en la que fue alumno de Pedro Salinas. En 1925 obtiene la Licenciatura en Derecho, carrera que no llegará a ejercer. Lector de español en la Universidad de Toulouse (1928-2 9), abandonó España en 1938, trasladándose a Inglaterra, país en que permaneció ocho años, volviendo a ser lector de español en Glasgow (1939-1943), Cambridge (1943-45), y profesor del Instituto Español en Londres (1945-47). Marchó a Estados Unidos, donde explicó en Mount Holyoke College (1947-52). Los últimos años de su vida -aunque vivió ocasionalmente de profesor visitante a Estados Unidos- transcurrieron en México. Como crítico ha mostrado personalidad y agudeza en Estudios sobre poesía española contemporánea (1957), Pensamiento poético en la lírica inglesa (siglo XIX) (1958), Poesía y literatura, I y II (1960, 1964) y Crítica, ensayos y evocaciones (1970). Es asimismo autor de Tres narraciones (1948) y traductor de Poemas de Hölderlin (1942) y de Troilo y Crésida de Shakespeare (1953).-





NO DECÍA PALABRAS


No decía palabras,
acercaba tan sólo un cuerpo interrogante,
porque ignoraba que el deseo es una pregunta
cuya respuesta no existe,
una hoja cuya rama no existe,
un mundo cuyo cielo no existe.

La angustia se abre paso entre los huesos,
remonta por las venas
hasta abrirse en la piel,
surtidores de sueño
hechos carne en interrogación vuelta a las nubes.
Un roce al paso,
una mirada fugaz entre las sombras,
bastan para que el cuerpo se abra en dos,
ávido de recibir en sí mismo
otro cuerpo que sueñe;
mitad y mitad, sueño y sueño, carne y carne;
iguales en figura, iguales en amor, iguales en deseo.
Aunque sólo sea una esperanza,
porque el deseo es pregunta cuya respuesta nadie sabe.


LUIS CERNUDA ("Los placeres prohibidos).-

domingo, 30 de octubre de 2016

VICENTE ALEIXANDRE















          Sevilla, 1898. Su infancia transcurrió en Málaga. Posteriormente se trasladó a Madrid, su lugar habitual de residencia. Hizo las carreras de Comercio y Derecho. Durante dos cursos explicó Derecho Mercantil en la Escuela de Intendentes Mercantiles de Madrid y trabajó en una compañía industrial. Una grave dolencia lo apartó de toda actividad, obligándoles a vivir en el campo. Veranea de ordinario en el pueblo madrileño de Miraflores de la Sierra. Viajó por Inglaterra. Francia y Suiza. En 1933 obtuvo el Premio Nacional de Literatura por La destrucción o el amor. En 1949 ingresó en la Real Academia Española, donde pronunció un discurso sobre Vida del poeta: el amor y la poesía. Es también autor de un estudio acerca de Algunos caracteres de la nueva poesía española. Obtuvo el Premio de la Crítica en 1963 y 1969.





TORO


Esa mentira o casta.
Aquí, mastines, pronto; paloma, vuela; Salta, toro,
toro de luna o miel que no despega.
Aquí, pronto; escapad, escapad; sólo quiero,
sólo quiero los bordes de la lucha.

Oh tú, toro hermosísimo, piel sorprendida,
ciega suavidad como un mar hacia adentro,
quietud, caricia, toro, toro de cien poderes,
frente a un bosque parado de espanto al borde.

Toro o mundo que no,
que no muge. Silencio;
vastedad de esta hora. Cuerno o cielo ostentoso,
toro negro que aguanta caricia, seda, mano.

Ternura delicada sobre una piel de mar,
mar brillante y caliente, anca pujante y dulce,
abandono asombroso del bulto que deshace
sus fuerzas casi cósmicas como leche de estrellas.

Mano inmensa que cubre celeste toro en tierra.



VICENTE ALEIXANDRE ("Espadas como labios").-

sábado, 29 de octubre de 2016

DÁMASO ALONSO













          Madrid, 1898. Además del título de doctor en Filosofía y Letras tiene la carrera de Derecho y comenzó la de Ciencias Exactas, que hubo de abandonar por motivos de salud. No cabe aquí reseñar su múltiple actividad de historiador literario, crítico, investigador, lingüista, filólogo, editor de clásicos, antólogo, traductor...;  ni dar noticia puntual de todos los cargos, honores y recompensas acumulados a lo largo de su fecunda vida. Baste decir que ha sido profesor y conferenciante en las principales universidades de Europa y América. Ex catedrático de la Universidad de Valencia, desempeñó, desde la jubilación de Menéndez Pidal y hasta 1968, la cátedra de Filología Románica en la Central. Dirigió la Revista de Filología Española, fue miembro de las Reales Academias Española y de la Historia, doctor honoris causa de varias universidades extranjeras, y obtuvo el Premio Nacional de Literatura, el Fastenrath y el de Ensayo de la Fundación March. En 1968 fue elegido presidente de la Real Academia Española.







CALLE DE ARRABAL


Se me quedó en lo hondo
una visión tan clara,
que tengo que entornar los ojos cuando
pretendo recordarla.

A un lado, hay un calvero de solares;
al otro, están las casas alineadas
porque esperan que de un momento a otro
la Primavera pasará.

                              Las sábanas,
aún goteantes, penden
de todas las ventanas.
El viento juega con el sol en ellas
y ellas ríen del juego y de la gracia.

Y las niñas bonitas
que se peinan al aire libre.

                              Cantan
los chicos de una escuela la lección.
Las once dan.

                              Por el arroyo pasa
un viejo cojitranco
que empuja su carrito de naranjas.



DÁMASO ALONSO ("Poemas puros. Poemillas de la ciudad").-

viernes, 28 de octubre de 2016

JUAN JOSÉ DOMENCHINA













          Madrid, 1898-México, 1959. Maestro nacional, carrera que nunca ejerció. Fue asiduo colaborador en revistas y diarios madrileños, sobre todo en El sol, y con el seudónimo de "Gerardo Rivera", en La Voz. Abandonó España a la terminación de la guerra civil en 1939, radicándose en México. Es autor de una novela -La túnica de Neso- así como de una narración breve, El hábito. Ha publicado dos tomos de crítica literaria, Crónicas de Gerardo Rivera y Nuevas crónicas de Gerardo Rivera. También ha hecho una Antología de la poesía española contemporánea. Por último, se le deben ediciones de Espronceda, Fray Luis de León, Unamuno, Cuentos de la vieja España, y traducciones de Rilke (Las Elegías de Duino) y, en colaboración con su mujer, la poetisa Ernestina de Champourcín, de Emily Dickinson.




DISTANCIAS


Distancias.
En la vida hay distancias.

El hombre emite su aliento,
el limpio cristal se empaña.

El hombre acerca sus labios
al espejo...,
pero se le hiela el alma.

(Pero... se le hiela el alma).

Distancias.
En la vida hay distancias.


JUAN JOSÉ DOMENCHINA ("El tacto fervoroso").-

jueves, 27 de octubre de 2016

LA NIÑA ROTA. ENCARNI BARRERA FERNÁNDEZ




LA NIÑA ROTA



      Lola, Adora y Adela, tres mujeres de la misma familia, tres generaciones que entrelazan una historia entre la miseria de posguerra y la mentira arrastrada para poder seguir respirando cuando la vida niega el aire. Vidas arrastradas por las coincidencias del destino, ese que hace de las casualidades el medio por el que dejan de tener sentido las decisiones humanas. No importa dónde nos escondamos, lo que tenga que ser será. Una historia de opuestas situaciones que hacen de los no olvidos el motor para entretejer una tela de araña llena de pasiones y entregas prohibidas y ocultas, hacer del perdón último el suspiro para morir en paz.

      "Supo que la vida teje redes, finos hilos que se van trenzando hasta  componer una malla en la que todo flota, que el destino se encarga de reunir, como por casualidad, lo que los humanos, ingenuos ellos, creen haber rematado con un adiós que se creyó definitivo. Nada se olvida mientras haya una sola mano que recuerde un tacto, nada termina hasta que los ojos se cierran y la tierra acoge, y, ni aún entonces, lo que quedó atrás tiene dicha su última palabra".

      "En ocasiones la vida te entrega la sonrisa sin que la busques, te la pone en los labios para hacerte comprender que, durante una eternidad, sólo has vivido para eso, para escuchar la plegaria de quien destrozó una vida, para hacerte ver que tienes el poder en tus manos, en tus ojos y en tus labios. El poder de la gloria o del fuego eterno".

      "La vida era eso, caer en los mismos errores del resto del mundo, aprender que, después de todo, cada cual tiene su sitio, que nadie puede saltarse los límites".



                                               * * * * * * * *  * * * * * * * * * * * 




      Encarni Barrera Fernández nos tiene acostumbrados con sus libros (y este ya es el tercero) a un universo femenino de mujeres luchadoras, sufridoras, con voz propia y que van creciendo a medida que pasamos las páginas, para resurgir como un gran ave fénix de bellos y cegadores plumajes.
      En "La niña rota", nos encontramos la historia entrecruzada de varias mujeres, con dentelladas en el cuerpo por la dureza de la vida que les ha tocado en suerte, que saben y logran sobreponerse y encauzar su felicidad por el camino más corto, pero también más arduo: el amor.
      Nada es lo que parece, se esconden secretos en cualquier rincón, en cada mirada, pero son secretos necesarios para salvaguardar la integridad física y, sobre todo, moral.
      Con paisajes descritos con suma maestría, Encarni sabe meterse en la piel de sus personajes para poner la nuestra de gallina. La dureza de la guerra, el caciquismo recalcitrante..., todo parece confabularse para hacer de estas mujeres unas parias en la misma sociedad donde ellas cumplen el cometido más importante y genuino: luchar desde el silencio, desde la callada umbría de un salón de luto, por una sociedad más igualitaria sin descuidar jamás la protección a muerte si es preciso, de sus seres más queridos.





GERARDO DIEGO












          Santander, 1896. Estudió Filosofía y Letras de Deusto, en la Universidad de Salamanca y en la Central, donde hizo el doctorado. Catedrático de Instituto en Soria, Gijón, Santander y, finalmente, Madrid. Frecuentes estancias en Francia y viajes a Hispanoamérica y Filipinas. Excelente musicólogo -colaboró con Federico Sopeña y Joaquín Rodrigo en el libro Diez años de música en España-, desde 1937 ha venido dando conferencias-conciertos que él mismo ilustra tocando el piano. Versos humanos le valió, al alimón con Alberti, el Premio Nacional de Literatura, al que han seguido otras recompensas, entre ellas el importante Premio March. Desde 1948 es miembro de la Real Academia Española, donde ingresó pronunciando un discurso sobre Una estrofa de Lope. Fue fundador y director de la revista Carmen. Su Antología poética, Contemporáneos es ya clásica. También se le debe una Antología poética en honor de Góngora, sendos estudios sobre Enrique Menéndez, Fernández Moreno, Concha Espina y Manuel Machado, una serie de versiones de poetas recogidas bajo el título de Tántalo y la pieza teatral El cerezo y la palmera (retablo escénico en forma de tríptico).





CUMBRE DE URBIÓN


Es la cumbre, por fin, la última cumbre.
Y mis ojos en torno hacen la ronda
y cantan el perfil, a la redonda,
de media España y su fanal de lumbre.

Leve es la tierra. Toda pesadumbre
se desvanece en cenital rotonda.
Y al beso y tacto de infinita onda
duermen sierras y valles su costumbre.

Geología yacente, sin más huellas
que una nostalgia trémula de aquellas
palmas de Dios palpando su relieve.

Pero algo, Urbión, no duerme en tu nevero,
que entre pañales de tu virgen nieve
sin cesar nace y llora el niño Duero.



GERARDO DIEGO ("Alondra de verdad").-




miércoles, 26 de octubre de 2016

CONFERENCIA PATRIMONIO ARTÍSTICO RELIGIOSO DESAPARECIDO EN MOTRIL. AULA DE PENSAMIENTO FRANCISCO JAVIER DE BURGOS-MOTRIL, 21-10-2016









          El pasado viernes día 21-10-2016, a las 20'30 horas y en el Salón de Actos del Colegio de Los Agustinos de Motril (Granada), el Aula de Pensamiento Francisco Javier de Burgos presentó la conferencia "Patrimonio artístico religioso desaparecido en Motril", impartida por D.Francisco Posadas Chinchilla, Licenciado en Bellas Artes.
          El acto estuvo presentado por el Presidente del Aula de Pensamiento D.Gerardo Martín Rodríguez y contó con una nutrida asistencia de público que siguió embelesado las tesituras del patrimonio religioso motrileño a lo largo de los años.
          Interesantísima conferencia que nos dejó un regusto agridulce al sabernos a poco todo lo que nos contó Posadas Chinchilla en un lenguaje ameno y distendido. Gracias a todos los asistentes y, como no, a los compañeros del Aula de Pensamiento que no desfallecen, pese a las dificultades que se encuentra la Cultura cada vez que tocamos a una puerta.

          Os dejo unas fotos de la conferencia. ¡Pasad buen día!






































PEDRO SALINAS










          Madrid, 1891-Boston, 1951. Cursó Derecho y Filosofía y Letras en la Central. Lector de español en la Sorbona (1914-17) y en Cambridge (1922-23). Desde 1918, catedrático de Literatura Española de la Universidad de Sevilla, de donde pasó como profesor a la de Madrid. Secretario de la Universidad Internacional de Santander, de 1933 a 1936, en que marchó a América, enseñando en Wellesley College, en Puerto Rico y en la John Hopkins University de Baltimore.
              Es autor de obras en prosa (Víspera del gozo, La bomba increíble, El desnudo impecable y otras narraciones), de varias piezas teatrales y, sobre todo, de importantes obras de teoría y crítica literarias: Reality and the Poet in Spanish Poetry, Literatura Española. Siglo XX, La poesía de Rubén Darío, Jorge Manrique o tradición y originalidad, El defensor, Ensayos de literatura hispánica. Se le deben asimismo ediciones de Meléndez Valdés y San Juan de la Cruz, una versión en romance moderno del Poema del Cid y traducciones de Musset, Mérimée y Proust.




UNDERWOOD GIRLS


Quietas, dormidas están,
las treinta redondas blancas.
Entre todas
sostienen el mundo.
Míralas aquí en su sueño,
como nubes,
redondas, blancas y dentro
destinos de trueno y rayo,
destinos de lluvia lenta,
de nieve, de viento, signos.
Despiértalas,
con contactos saltarines
de dedos rápidos, leves,
como a músicas antiguas.
Ellas suenan otra música:
fantasías de metal
valses duros, al dictado.
Que se alcen desde siglos
todas iguales, distintas
como las olas del mar
y una gran alma secreta.
Que se crean que es la carta,
la fórmula como siempre.
Tú alócate
bien los dedos, y las
raptas y las lanzas,
a las treinta, eternas ninfas
contra el gran mundo vacío,
blanco en blanco.
Por fin a la hazaña pura,
sin palabras sin sentido,
ese, zeda, jota, i...


PEDRO SALINAS ("Fábula y signo").-

martes, 25 de octubre de 2016

JORGE GUILLÉN











EL DESCAMINADO



¡Si pudiese dormir! Aún me extravío
por este insomnio que se me rebela.
No sé lo que detrás de la cancela
me ocurre en mi interior aún más sombrío.

Denso, confuso y torpe, me desvío
de lo que el alma sobre todo anhela:
mantener encendida esa candela
propia sin cuya luz yo no soy mío.

¡"Descaminado enfermo"! Peregrina
tras mi norma hacia un orden, tras mi polo
de virtud va esta voz. El mal me parte.

Quiero la luz humilde que ilumina
cuerpo y alma en un ser, en uno solo.
Mi equilibrio ordinario es mi gran arte.


JORGE GUILLÉN ("Que van a dar a la mar").-

MIGUEL HERNÁNDEZ












ELEGÍA



Tengo ya el alma ronca y tengo ronco
el gemido de música traidora...
Arrímate a llorar conmigo a un tronco:

retírate conmigo al campo y llora
a la sangrienta sombra de un granado
desgarrado de amor como tú ahora.

Caen desde un cielo gris desconsolado,
caen ángeles cernidos para trigo
sobre el invierno gris desocupado.

Arrímate, retírate conmigo:
vamos a celebrar nuestros dolores
junto al árbol del campo que te digo.

Panadera de espigas y de flores,
panadera lilial de piel de era,
panadera de panes y de amores.

No tienes ya en el mundo quien te quiera,
y ya tus desventuras y las mías
no tienen compañera, compañera.

Tórtola compañera de sus días,
que le dabas tus dedos cereales
y en su voz tu silencio entretenías.

Buscando abejas va por los panales
el silencio que ha muerto de repente
en su lengua de abejas torrenciales.

No esperes ver tu párpado caliente
ni tu cara dulcísima y morena
bajo los dos solsticios de su frente.

El moribundo rostro de tu pena
se hiela y desendulza grado a grado
sin su labor de sol y de colmena.

Como una buena fiebre iba a tu lado,
como un rayo dispuesto a ser herida,
como un lirio de olor precipitado.

Y sólo queda ya de tanta vida
un cadáver de cera desmayada
y un silencio de abeja detenida.

¿Dónde tienes en esto la mirada
si no es descarriada por el suelo,
si no es por la mejilla trastornada?

Novia sin novio, novia sin consuelo,
te advierto entre barrancos y huracanes
tan extensa y tan sola como el cielo.

Corazón de relámpago y afanes,
paginaba los libros de tus rosas,
apacentaba el hato de tus panes.

Ibas a ser la flor de las esposas,
y a pasos de relámpago tu esposo
se te va de las manos harinosas.

Échale, harina, un toro clamoroso
negro hasta cierto punto a tu menudo
vellón de lana blanco y silencioso.

A echar copos de harina yo te ayudo
y a sufrir por lo bajo, compañera,
viuda de tu cuerpo y de alma yo viudo.

La inaplacable muerte nos espera
como un agua incesante y malparida
a la vuelta de cada vidriera.

¡Cuántos amargos tragos es la vida!
Bebió él la muerte y tú la saboreas
y yo no saboreo otra bebida.

Retírate conmigo hasta que veas
con nuestro llanto dar las piedras grama,
abandonando el pan que pastoreas.

Levántate: te esperan tus zapatos
junto a los suyos muertos en tu cama,
y la lluviosa pena en sus retratos
desde cuyos presidios te reclama.


MIGUEL HERNÁNDEZ ("El hombre y su poesía").-





lunes, 24 de octubre de 2016

SAMUEL TAYLOR COLERIDGE













PARA ASRA



¿Existen dos cosas, entre todas las que los hombre poseen
que sean tan parecidas y tan próximas
como el amor compartido y la felicidad?
¡Querida Asra, mujer inefablemente querida!
Este amor que no cesa de brotar en mi pecho,
a veces se alza y vuelve a caer en su fuente viva,
a veces, desbordándose, invade cada parte
de mi ser, y llena y cambia todo,
como las aguas primaverales que surgen de la nieve
¡Ojalá que este amor que parece no poder crecer más,
y sin embargo no cesa de crecer,
pudiera yo cambiarlo entero por un rico regalo
de vida dichosa y entregártelo a ti!
¡ Entonces, creo, tu parte sería el cielo, tu edad la eternidad!


SAMUEL TAYLOR COLERIDGE ("La rima del viejo navegante y otros poemas").-

domingo, 23 de octubre de 2016

POESÍA EN LOS MUSEOS. ROLANDO SALAS CABRERA, 21-10-2016




          El pasado viernes día 21-10-2016, a las 20'00 horas y en la Casa Condesa de Torre Isabel de la localidad de Motril (Granada), un puñado de amigos y de incondicionales de la poesía tuvimos la suerte de asistir, en un ambiente cálido y soñador, al recital poético que de su obra dio mi gran amigo Rolando Salas Cabrera. poeta chileno afincado en Motril desde hace muchísimos años.
          La  poesía de Rolando es, sin duda, un grito desgarrador pero, a la vez, sumamente tierno y contenido. Con la voz envolvente, melosa, apenas inaudible que caracteriza a este vate, quienes hemos tenido la suerte de acudir alguna vez a cualquiera de sus recitales, quedamos como amodorrados, en un limbo donde se mezclan palabras e imágenes, mientras un halo poético se posa en cada uno de los vellos de la piel. Poesía en estado puro, en el sentido más amplio y distendido en el que podemos perdernos en los vericuetos de un misterio insondable.

          Gracias, Rolando, por tu palabra y... tu amistad.




DESVELO


Y otra vez... Una vez y otra y otra.
Sólo sé de la almohada en la sed de mis ojos.
Otra vez y parece que arrimás tu cintura
a esta cintura fría que te añora sin pausa.
Me levanto en silencio y parece que un bulto
se perfila en la sábana.
Y me marcho a los ojos de la noche azulada
en la ventana amiga.
Y me aparto y me agito y escarbo en la cocina
y me asomo de nuevo
y parece que la luna ya vieja
me empapa los huesos.
Cojo un libro ya yerto entre mis dedos fríos.
Y lo dejo y me agito, y me calmo.
Y me digo en susurro que mañana suceda
el nocturno milagro.
Y regreso a la almohada,
a la lágrima insomne,
y es tu espalda que avanza
a mis besos abiertos.
Y es la aurora una mancha implacable que nace.


ROLANDO SALAS-CABRERA ("Poema incluido en su libro TRÁNSITO DE OTOÑO, Ed. Cultivalibros, 2008).-

































WILLIAM WORDSWORTH











INFANCIA Y HORAS DE COLEGIO


Oh hay bendiciones en esta suave brisa
que sopla desde las verdes praderas y las nubes
y desde el cielo: acaricia mi mejilla,
y parece casi consciente del gozo que otorga
¡oh, bienvenida mensajera!, ¡oh, bienvenida
amiga!
Un cautivo te saluda, procedente de una casa
de ataduras, liberado de las murallas de aquella
ciudad,
una prisión donde había pasado largo tiempo
emparedado.
Puedo fijar mi habitación donde desee.
¿Qué hogar me acogerá?, ¿en qué valle
encontraré mi puerto?, ¿bajo qué arboleda
emplazaré mi hogar?, ¿y qué dulce arroyo
me acunará con su murmullo hasta que duerma?
Toda la tierra se extiende ante mí. Con corazón
gozoso, sin miedo ante su propia libertad,
miro a mi alrededor; y si acaso eligiera como guía
simplemente a una nube vagabunda,
tampoco podría perderme. ¡Respiro de nuevo!
Trances del pensamiento y exaltaciones de la
mente
me abordan con rapidez; ha caído,
como por un milagroso regalo ha caído
ese peso de mi propio ser innatural,
el enorme peso de muchos días agotadores
no míos, y esos días no fueron hechos para mí.



WILLIAM WORDSWORTH ("Preludio", (fragmento)).-

sábado, 22 de octubre de 2016

WILLIAM SHAKESPEARE













XV



Cuando pienso que todo lo que crece
su perfección conserva un mero instante;
que las funciones de este gran proscenio
se dan bajo la influencia de los astros;

y que el hombre florece como planta
a quien el mismo cielo alienta y rinde,
primero ufano y abatido luego,
hasta que su esplendor nadie recuerda:

la idea de una estada tan fugaz
a mis ojos te muestra más vibrante,
mientras que Tiempo y Decadencia traman
mudar tu joven día en noche sórdida.

Y, por tu amor guerreando con el Tiempo,
si él te roba, te injerto nueva vida.


WILLIAM SHAKESPEARE ("Sonetos").-

viernes, 21 de octubre de 2016

FEDERICO GARCÍA LORCA











LA MONJA GITANA


Silencio de cal y mirto.
Malvas en las hierbas finas.
La monja borda alhelíes
sobre una tela pajiza.
Vuelan en la araña gris,
siete pájaros del prisma.
La iglesia gruñe a lo lejos
como un oso panza arriba.
¡Qué bien borda! ¡Con qué gracia!
Sobre la tela pajiza,
ella quisiera bordar
flores de su fantasía.
¡Qué girasol! ¡Qué magnolia
de lentejuelas y cintas!
¡Qué azafranes y qué lunas,
en el mantel de la misa!
Cinco toronjas se endulzan
en la cercana cocina.
Las cinco llagas de Cristo
cortadas en Almería.
Por los ojos de la monja
galopan dos caballistas.
Un rumor último y sordo
le despega la camisa,
y al mirar nubes y montes
en las yertas lejanías,
se quiebra su corazón
de azúcar y yerbaluisa.
¡Oh!, qué llanura empinada
con veinte soles arriba.
¡Qué ríos puestos de pie
vislumbra su fantasía!
Pero sigue con sus flores,
mientras que de pie, en la brisa,
la luz juega el ajedrez
alto de la celosía.


FEDERICO GARCÍA LORCA ("Antología poética").-

jueves, 20 de octubre de 2016

JULES LAFORGUE










LETANÍAS DE MISERIA


Hermanos, hermanos, meced vuestros infinitos rencores
bajo el rítmico sollozo de las dulces letanías.

Sin embargo, allá a lo lejos, muy lejos, de un río nebuloso,
fecundador de soles, que por cielos azules viaja,

un lago incandescente se desploma y después se disemina
en veinte bloques que arrastra a modo de familia.

Y uno de ellos, tras muchos siglos de lentos días,
bajo el efecto de los besos del sol, sus costados siente.

La vida apunta en el fondo de los mares de las edades tempranas,
mónadas, vibriones, poliperos, conchas marinas.

A continuación los enormes peces, reptiles, crustáceos
lijando los gigantescos pinos con sus acorazados lomos.

Y, el lamento de los bosques, la noche, bajo las ráfagas,
las fieras, los pájaros, el cri-cri de las cigarras.

Por fin un día aparece, insignificante, lívido de espanto,
el hombre con la frente hacia el cielo, el gran maldito, el rey.

Ve lo malo de todo, ¡sin objeto! La letanía
de los siglos, hacia los cielos...



La mujer aúlla a las noches, se retuerce y sus sábanas
para parir a unos viles, infaustos e ingratos hijos.

La mitad muere sin cumplir un año, en la miseria,
sin contar los mortinatos que sólo sirven para enterrarlos.

El hombre, las flores, los nidos, todo sin cesar se agita,
pues fragosa batalla es la vida a cada hora.

¡Ay! de los vencidos, de los débiles, de los en exceso piadosos,
de los demasiado dóciles para querer aullar con los lobos.

El hambre, el amor, la esperanza, la enfermedad,
después la muerte, la misma comedia de siempre.

Y primero los tres cuartos gritan: "¡Nada que comer!"
Y son para el otro cuarto una perpetua amenaza.



JULES LAFORGUE ("Obra poética").-

miércoles, 19 de octubre de 2016

GARCILASO DE LA VEGA










ÉGLOGA TERCERA


Aquella voluntad honesta y pura,
ilustre y hermosísima María,
que en mí de celebrar tu hermosura,
tu ingenio y tu valor estar solía,
a despecho y pesar de la ventura
que por otro camino me desvía,
está y estará en mí tanto clavada,
cuanto del cuerpo el alma acompañada.

Y aun no se me figura que me toca
aqueste oficio solamente en vida;
mas con la lengua muerta y fría en la boca
pienso mover la voz a ti debida.
Libre mi alma de su estrecha roca
por el Estigio lago conducida,
celebrándote irá, y aquel sonido
hará parar las aguas del olvido.

Mas la fortuna, de mi mal no harta,
me aflije y de un trabajo en otro lleva;
ya de la patria, ya del bien me aparta,
ya mi paciencia en mil maneras prueba;
y lo que siento más, es que la carta,
donde mi pluma en tu alabanza mueva,
poniendo en su lugar cuidados vanos,
me quita y me arrebata de las manos.

Pero, por más que en mí su fuerza pruebe,
no tornará mi corazón mudable;
nunca dirán jamás que me remueve
fortuna de un estudio tan loable.
Apolo y las hermanas, todas nueve,
me darán ocio y lengua con que hable
lo menos de lo que en tu ser cupiere,
que esto será lo más que yo pudiere.


GARCILASO DE LA VEGA ("Poesía castellana completa"- Égloga Tercera (fragmento)).-

Aula de Pensamiento Francisco Javier de Burgos: Patrimonio artístico religioso desaparecido en Mot...

Aula de Pensamiento Francisco Javier de Burgos: Patrimonio artístico religioso desaparecido en Mot...: Si bien es cierto que desde Tomás de Aquino y Mercado en 1650 ha habido numerosos historiadores que se han preocupado por documentar la ...

martes, 18 de octubre de 2016

JOHAN WOLFGANG VON GOETHE










LIMITES DE LA HUMANIDAD



Cuando nuestro sagrado
y venerable Padre,
con mano reposada,
sobre las pasajeras nubes
siembra miradas bienhechoras
sobre la tierra,
beso entonces
el borde de su manto,
con infantil temblor
en el sincero pecho.

Nunca con dioses
debe medirse
ningún hombre.
Si éste se eleva
y roza
con su cabeza las estrellas,
no siente firmes
las inseguras plantas,
y con él juegan
vientos y nubes.

Si se mantiene
firme su plante
en la tierra
segura y asentada,
no alcanza siquiera,
a compararse
con la encina 
o la parra.

¿Qué es lo que a dioses
y hombres separa?
Que muchas ondas
de aquellos vienen
y su corriente
como una ola eterna,
nos traga, nos alza,
y nos apaga.

Un anillo más
es nuestra vida.
Cuántas generaciones
forman eternamente
la infinita cadena
de su existencia que no acaba.


JOHAN WOLFGANG VON GOETHE ("Poemas").-

lunes, 17 de octubre de 2016

GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER









Porque son , niña, tus ojos
verdes como el mar te quejas:
verdes los tienen las náyades,
verdes los tuvo Minerva,
y verdes son las pupilas 
de las hurís del profeta.

El verde es gala y ornato
del bosque en la primavera.
Entre sus siete colores
brillante el iris lo ostenta.

Las esmeraldas son verdes,
verde el color del que espera,
y las ondas del océano,
y el laurel de los poetas.

Es tu mejilla temprana
rosa de escarcha cubierta,
en que el carmín de los pétalos
se ve al través de las perlas.

          Y, sin embargo,
          sé que te quejas
          porque tus ojos
          crees que la afean.
          Pues no lo creas;

que parecen tus pupilas,
húmedas, verdes e inquietas,
tempranas hojas de almendro,
que al soplo del aire tiemblan.

Es tu boca de rubíes 
purpúrea granada abierta,
que en el estío convida
a apagar la sed en ella.

          Y, sin embargo,
          sé que te quejas
          porque tus ojos
          crees que la afean.
          Pues no lo creas;

que parecen, si enojada
tus pupilas centellean,
las olas del mar que rompen
en las cantábricas peñas.

Es tu frente, que corona
crespo el oro en ancha trenza,
nevada cumbre en que el día
su postrera luz refleja.

          Y, sin embargo,
          sé que te quejas
          porque tus ojos
          crees que la afean.
          Pues no lo creas;

que entre las rubias pestañas,
junto a las sienes, semejan
broches de esmeralda y oro
que un blanco armiño sujetan.

Porque son, niña, tus ojos
verdes como el mar te quejas;
quizá, si negros o azules
se tornasen, lo sintieras.



GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER ("Rimas y otros poemas").-

domingo, 16 de octubre de 2016

RUBÉN DARÍO














LIBROS EXTRAÑOS



Libros extraños que halagáis la mente
en un lenguaje inaudito y tan raro,
y que de lo más puro y lo más caro,
hacéis brotar la misteriosa fuente;

inextinguible, inextinguiblemente
brota el sentir del corazón preclaro,
y por él se alza un diamantino faro
que al mar de Dios mira profundamente...

Fuerza y vigor que las alas enlaza,
seda de luz y pasos de coloso,
y un agitar de martillo y de maza,

y un respirar de leones en reposo,
y una virtual palpitación de raza;
y el cielo azul para Orlando Furioso...


RUBÉN DARÍO ("Antología Poética").-

sábado, 15 de octubre de 2016

FÉLIX GRANDE












LEER


He escuchado en los libros
sabias declaraciones de ignorancia.
El sereno y profundo
envuelve sus palabras
en un humilde celofán de duda
que les hace adquirir la humilde magia
de lo sincero. El sabio entre los sabios
todo lo más dilata las distancias.

De todo el inventario
de voces y de páginas,
en el fondo del pecho sólo quedan
sones de adiós, palabras de campana.

Largos millones de vocablos suben
por los largos millones de gargantas;
brotan alegres de las bocas, cobran
en el espacio su silencio, pasan
por las viejas fronteras del oído
su silenciosa y nueva forma al alma
y, una vez en el fondo de los seres,
se desnutren, se callan y se apagan.

Sólo quedan después tiernos vacíos,
voces de adiós, palabras de campana.


FÉLIX GRANDE ("La canción de la Tierra").-