DISPERSIONES

DISPERSIONES

viernes, 28 de diciembre de 2012

   Aún aparece convulso
el resplandor añejo que
me delata.
Las brozas escarchadas
del riguroso útero camuflado
aún abrigan mi nombre...

Del poemario "Las ratas de la conciencia", de Juanjo Cuenca.-
   Fingirte es demasiado fácil:
buceas tan deprisa
en los recovecos de mi espalda,
hablas tan alto, tan alto
cuando te prefiero callada,
distante tu ceja en la almohada
me acecha recostada para el asalto;
mas si persigo ahora la falda
que braceando me causa risa,
no hallaré mujer más frágil.

Del poemario "Las ratas de la conciencia", de Juanjo Cuenca.-
   Engulle el témpano
de un ocaso incierto
el terreno baldío
de la palma de tu mano:
   aparta esa lengua
que destroza,
como el silencio
descansando sobre la roca,
mi piel serena
cuajada de insensateces.

Del poemario "Las ratas de la conciencia", de Juanjo Cuenca.-
   Ansío morir raudo
y volver como aire
que acaricie a puñados tu boca,
presto a recorrerte
entre las finas capas
de tu ombligo;

   fúlgido aparece
el mármol de tu seno
arrebatado,
clava la garfa
apostillando sonidos precoces
que vagan desterrados
del oscuro lienzo.

   Ansío morir raudo,
y que tu abrazo
sea mi cepo.


Del poemario "Las ratas de la conciencia", de Juanjo Cuenca.-
   Hallé desierta
la plaza de tu vientre
hirsuto,
doblegado en espasmos
de transición ajena,
planeando hondo
hasta la rodilla
que prometía surcos.
   Busqué a tientas
una arruga donde enmendar
mi celo,
suspirando bocanadas
deshechas,
cosiendo el cielo abierto
de mi frente fértil
como amapola que cabecea
por encima de las espigas
tiernas,
temblando
bajo el halo
que destaca tu sombra, 
despojando su epinicio.

Del poemario "Las ratas de la conciencia", de Juanjo Cuenca.-

 

jueves, 27 de diciembre de 2012


Explotando ramea
deslindando espejos
con alabeo,
barbotando señuelos
que desbordan aguazales
lóbregos, purulentos
de todo cuanto refleja
la oquedad.
El bramante que me sujeta
se parece a la crencha
de tu miedo esparcido
como saliva sanguinolenta.
Mi alma se transforma
en corazo chica,
para que no quepa tu recuerdo.

Del poemario "Las ratas de la conciencia", de Juanjo Cuenca.-