DISPERSIONES

jueves, 13 de junio de 2013
ENSEÑANDO LOS COLMILLOS
He regresado paciente
hasta las sublimes circunstancias
que me anudaron a este valle de endrinos.
He hipotecado mis palabras más íntimas,
mi pena esparciada en la alacena,
mi soberbia, tu halo desmesurado.
Tengo por exquisitas tus uñas sin carne,
al promontorio ajeno a una canción
de invierno;
las hojas suicidadas en escaparates marchan
sumisas, tras tu estela de agua azucarada.
Me apacigua el rencor que gorgojea
tras el pelo infame de un postizo.
No sé anhelarte a dentelladas.
Pernocto proscrito,
en mi guarida de enojado licántropo.
Del poemario "Lluvia en los zapatos", de Juanjo Cuenca.-
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario