DISPERSIONES

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miércoles, 30 de noviembre de 2016

CICLO POESÍA MODERNISTA













RICARDO GIL



TRISTITIA RERUM



Abierto está el piano...
Ya no roza el marfil aquella mano
más blanca que el marfil.
La tierna melodía
que a media voz cantaba, todavía
descansa en el atril.
En el salón desierto
el polvo ha penetrado y ha cubierto
los muebles que ella usó:
y de la chimenea
sobre el rojo tapiz no balancea
su péndola el reloj.
La aguja detenida
en la hora cruel de su partida
otra no marcará.
Junto al hogar, ya frío,
tiende sus brazos el sillón vacío
que esperándola está.
El comenzado encaje,
en un rincón espera quien trabaje
su delicada red...
La mustia enredadera
se asoma por los vidrios y la espera
moribunda de sed.
De su autor preferido,
la obra, en el pasaje interrumpido
conserva la señal...
Aparece un instante
del espejo en el fondo su semblante...
Ha mentido el cristal.
En pavorosa calma
creciendo van las sombras... En mi alma
van creciendo también.
Por el combate rudo
vencido al fin, sobre el piano mudo
vengo a apoyar mi sien.
Al golpear mi frente
la madera, sus cuerdas tristemente
comienzan a vibrar...
En la caja sonora
brota un sordo rumor... Alguien que llora
al verme a mí llorar...
Es un largo lamento
al que se liga conocido acento
que se aleja veloz...
En la estancia sombría
suena otra vez la tierna melodía
que ella cantaba siempre a media voz.


RICARDO GIL (1855-1908).-

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