DISPERSIONES

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lunes, 13 de febrero de 2017

ANTOLOGÍA DEL GRUPO POÉTICO DE 1927






MANUEL ALTOLAGUIRRE



      Los valores de su poesía -menor, pero auténtica- emanan de la calidad humana de su autor, "ángel" malagueño, como lo llamó Aleixandre. De Altolaguirre dice José Luis Cano que "era la juventud misma, la alegre y dorada inconsciencia del vivir... era tan distraído y seductor como Shelley". Este "benjamín de la generación de 1927" tenía, como Lorca, el don de la contagiosa simpatía, de la gracia infantil. Su obra es aérea, delicada, de aliento romántico. De pronto, el niño, el "ángel" que parecía estar en las nubes, nos sorprende con un chispazo de misteriosa intuición de lo humano abisal, que hace pensar en Blake. Altolaguirre mismo confesó que su poesía "se siente hermana menor de la de Salinas", reconociendo también el influjo de Juan Ramón Jiménez, Aleixandre, Cernuda y Prados.





PLAYA


Las barcas de dos en dos,
como sandalias del viento
puestas a secar al sol.

Yo y mi sombra, ángulo recto.
Yo y mi sombra, libro abierto.

Sobre la arena tendido
como despojo del mar
se encuentra un niño dormido.

Yo y mi sombra, ángulo recto.
Yo y mi sombra, libro abierto.

Y más allá, pescadores
tirando de las maromas
amarillas y salobres.

Yo y mi sombra, ángulo recto.
Yo y mi sombra, libro abierto.


MANUEL ALTOLAGUIRRE ("Las islas invitadas y otros poemas").-

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