DISPERSIONES

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domingo, 12 de febrero de 2017

ANTOLOGÍA DEL GRUPO POÉTICO DE 1927








EMILIO PRADOS



      Malagueño, como Altolaguirre, con quien le unió estrecha amistad y en compañía del cual fundó y dirigió la revista y ediciones de "Litoral". Prados sólo recibe un influjo epidérmico de las escuelas de vanguardia: el aire de juego, el uso de las metáforas. Su obra, de refinado tono menor -Canciones del farero, Cancionero menor-, es una estilización culta del folclore andaluz. Esta poesía se relaciona con la del primer Alberti en sus motivos marineros, donde, como escribe Balbuena Prat, "hay más orden que inmensidad, más nave que brisa, más puerto que espuma"; y con la de García Lorca, tanto por el gusto del arabesco y la miniatura como por la presencia de más hondos temas: el llanto, el sueño, la muerte: El llanto subterráneo, Circuncisión del sueño, Mínima muerte. Los acontecimientos de la vida española -la guerra, el destierro- ponen en Prados, sobre la gracia infantil y juvenil de sus primitivas canciones, un acento de humanidad y de dolor.




CANCIÓN



No es lo que está roto, no,
el agua que el vaso tiene:
lo que está roto es el vaso
y, el agua, al suelo se vierte.

No es lo que está roto, no,
la luz que sujeta al día:
lo que está roto es el tiempo
y en la sombra se desliza.

No es lo que está roto, no,
la sangre que te levanta:
lo que está roto es tu cuerpo
y en el sueño te derramas.

No es lo que está roto, no,
la caja del pensamiento:
lo que está roto es la idea
que la lleva a lo soberbio.

No es lo que está roto Dios,
ni el campo que Él ha creado:
lo que está roto es el hombre
que no ve a Dios en su campo.


EMILIO PRADOS ("Llanto en la sangre").-

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