Vi la luz del día en el Alto Aragón y abandoné los estudios de periodismo en la Autónoma de Barcelona al entrar en el Institut del Teatre, donde me licencié. Me convertí así en autora teatral, en directora de escena; cree performances que fueron presentadas en Madrid y París. También hice mis pinitos cinematográficos de la mano de Jean-Pierre Léaud, lástima que la película sea inédita, estaba divina. He viajado, viajo, he repartido mi tiempo por Java, Bali, Tailandia, Camboya, Vietnam, Birmania, Malasia, Laos, La India y París, en donde resido desde hace alrededor de 20 años. Conozco parte de Europa y he llegado a San Pertersburgo y Moscu; veraneo, que conste, en Menorca. Viví la movida; el café Gijón fue mi segunda casa, es una credencial por sí misma, así como en Zaragoza, Ibiza, Londres, Roma, Montpellier. Entre tanto, escribo, escribo y escribo. Sin retorno ha sido leída en la Maison de l’Amérique latine, Reflexiones fue representada en la Cartoucherie de Vincennes y ha sido publicada en edición bilingüe en París en 2002. He participado también en EL SLAM, tan a la moda hoy. Ah, también he sido modelo de pintura, dibujo y fotografía. He tenido una vida fascinante, afirmó no solo ser artista sino poseer alma de bohemia, desde niña, puntualizo. Algunos dicen que tengo una personalidad arrebatadora, pero se dicen muchas cosas.
11
No siempre el deseo en la distancia germina,
pero había sido advertida:
en ocasiones,
el recuerdo te busca,
sentencia responsable del engaño
que iba a sufrir a posteriori.
Porque satisfechos
los cuerpos en el lecho de la lujuria,
el decir adiós es justo
en dos extraños al mediodía.
Si no se le hubiera escapado
la confesión indirecta
de añorar caricias en la soledad del ocaso,
lo hubiera arrojado al olvido,
regla de honor
para no abrasarse en vano.
Pilar Mata Solano.-
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