DISPERSIONES

sábado, 9 de marzo de 2013
MORADA INQUIETA
Morada inquieta
del destino apresurado,
del descanso explícito que babea
en tu cochambre,
leve ironía de terciopelo
que agasaja tu piel serena
de sereno brillo;
brillo sereno que tú y yo robábamos
al margen de camas tan extrañas
que nos conducían al Paraíso heredado.
No hay que buscar entre los matojos
que pusilánimes te esconden
pidiendo limosna a la vereda,
negra
renegada donde se esconden nuestras fiebres
de otoño
donde el amor oscuro aletea
negro,
como el aliento que vaticina la aurora.
Del poemario "Las ratas de la conciencia", de Juanjo Cuenca.-
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