DISPERSIONES

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domingo, 17 de abril de 2016

FRANCISCO AYUDARTE GRANADOS. BIOGRAFÍA





FRANCISCO AYUDARTE GRANADOS (Motril, 1958). Poeta, narrador y novelista. Cursó el Bachillerato en el Instituto "Julio Rodríguez" y estudios de Magisterio en Granada. Unos años más tarde se licenció en Psicopedagogía por esta misma Universidad. Ha entregado los más ubérrimos años de su actividad docente al mundo de la Educación de Adultos, actividad de la que fue pionero en Motril desde principios de la década de los ochenta. En la actualidad ejerce profesionalmente como maestro especialista de Educación Especial en el Instituto "Giner de los Ríos" de nuestra ciudad. Se trata sin lugar a dudas del poeta más destacado de su promoción y del máximo representante de la generación de escritores motrileños de los ochenta. Su voz, sincera, cálida y rotunda, fue todo un referente y un ejemplo teórico para los poetas locales durante los años ochenta y noventa. Su actitud, siempre honesta y celosamente independiente frente al escenario político y literario del Motril de su tiempo, su visión innovadora del quehacer literario y de sus modelos interpretativos, sus cavilaciones metapoéticas y sus novedosas propuestas creativas -con libros como Nanas de Adrián (1988), Motril de fondo. El corazón en la mirada (1990) y, sobre todo, Ecos de casida (1990), precursor de otro título posterior titulado Tacas del agua (1993)- ejercieron entre los vates motrileños y el incipiente movimiento cultural de aquella época finisecular una indudable e inequívoca labor de liderazgo intelectual y teórico que muchas veces no fue del todo comprendida o compartida por algunos de los poetas de su generación menos comprometidos con el oficio y el rigor creativo. Su reclusión y distanciamiento voluntario de la actividad literaria pública durante los últimos años no han hecho sino acrecentar su misterioso halo de intelectual independiente y francotirador que sigue destilando, como si de un laborioso alquimista se tratara, su obra creativa ajena a todo tipo de lisonjas y de halagos narcisistas, desde el albedrío más absoluta y ejemplar. Fue activo colaborador de la revista Guadalfeo, verdadero grito contestatario y juvenil en nuestra ciudad a principios de los ochenta y, ya en los años noventa, redactor habitual, miembro del consejo de redacción y alma mater de la revista La Hoja Literaria, publicación prematuramente desaparecida merced a la miopía política y a la escasa visión de futuro de los gestores culturales de turno. También, desde el Centro de Educación Permanente "Juan Rodríguez Pintor" de Motril, ha impartido numerosos Talleres de Escritura Creativa, donde se han formado numerosas promociones de personas de muy diferente edad y condición que tienen como pasión común su amor por la lectura y la escritura.



Extraído del libro "Luciérnagas en el olvido. Breve diccionario de escritores motrileños contemporáneos", de Jesús Cabezas Jiménez (Editorial Alhulia, 2013; pgs. 26 y 27).-

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