¿Qué se escucha debajo de tu pulso,
qué emboscarán tus ojos
en el último trance de la luz
hurtada sino los vencejos
imposibles que cruzan
el cielo en un sonido
en esta tarde luminosa y frágil?
A lo lejos el mar espera su latido.
Aquel que mira, busca y finalmente
siempre encuentra un espejo.
En el azul confuso
todo se vuelve pulso o laberinto.
JUAN JOSÉ CASTRO ("La habitación cerrada").-
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