ESPÍA
Voy a observarla todas las mañanas
sin que ella sospeche siquiera
que la piel que se derrama en torrente
caudaloso cuando se baña en la orilla,
moja también mi pecho que gime
loco,
invisible e ignorado,
ante el cuerpo desnudo de una sirena varada.
Juanjo Cuenca ("Hijos de nadie").-
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