DISPERSIONES

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miércoles, 20 de mayo de 2015

CHARLA CON MARUJA TORRES




          El pasado día 15-05-2015 tuve la inmensa suerte de pasar la tarde en compañía de la periodista y escritora Maruja Torres. La cita tuvo lugar en la Librería 1616 de Salobreña (Granada), que había programado el encuentro y donde Antonio Fuentes ejerció de perfecto anfitrión.
          Lo primero que me sorprendió de Maruja es que, a sus 72 maravillosos años, es una persona muy vivaz, sin pelos en la lengua, mordaz y sarcástica. Nos habló de su época como corresponsal de guerra en Beirut, donde vivió durante 5 años, en el Líbano... Nos comentó las singularidades del mundo periodístico y desgranó los entresijos de todos y cada uno de los periódicos en los que ha trabajado.
          Guerrera en la Transición de una España que aspiraba a contar las cosas como realmente eran, con toda su crudeza y sin florituras, lo primero que pidió Maruja antes de comenzar a hablar fue un cubata de ron que bebía con verdadero deleite. Muchas preguntas y variadas de los presentes, hablando de sus libros y de sus premios (no olvidemos que tiene en su haber el Premio Planeta y el Premio Nadal, ambos máximos exponentes de los galardones literarios en nuestro país), de política, de amor y de cualquier cosa que se terciase. Mujer cercana y con un sentido del humor muy fino, fue un verdadero placer escucharla.
          Aprovechando la coyuntura (y como no suelo dar puntada sin hilo) en un aparte quedé con ella para vernos al día siguiente sábado para charlar a solas y más distendidamente, ya que me interesaba formularle algunas preguntas que se me habían quedado en el tintero. Me acompañó mi mujer, gran admiradora de la escritora, y mi amiga Dolores Collantes que fue la encargada con su buen hacer de entrevistarla y fotografiarla decenas de veces y en todas las posturas. Esta vez la cita fue en el Hotel Miba de Salobreña, donde nos dejaron para la ocasión una suite que era una verdadera maravilla. Maruja llegó risueña, con muchas ganas de hablar y de hacer el loco después de una sobremesa larga y distendida en un chiringuito de Playa Cabria (Almuñécar).
          En fin, un verdadero privilegio haber podido conocerla y disfrutado de su verborrea sagaz y, a veces, intencionadamente malintencionada...
          Como siempre, os dejo unas fotos recuerdo de este encuentro.



























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