DISPERSIONES

viernes, 9 de enero de 2015
RAFAEL GUILLÉN
FECUNDACIÓN POR LA BELLEZA
Cercana a lo no dicho, su tersura,
resumen de impalpables
prolongaciones interiores, sube,
aflora, no real pero sí humana,
más humana por ello, a superficies
en donde el tacto o la mirada puedan
concertar el encuentro.
Polen o gota que se posa y hace
posible la germinación, en ondas,
en cálidos embates, del oscuro
material donde nutre sus raíces.
Todo lo bello emerge desde un fondo
de corrupción. Fermento
de internas levaduras, esenciales
destilaciones; nudo, confluencia
de toda incertidumbre es la belleza.
Y por eso es humana. Está en el borde
del accidente que se esencializa.
Delimita, sobrepasando, toda
verdad. Ajusta, ciñe
la realidad dos pasos más arriba.
Concreta, hace posible
el que las cosas permanezcan. Sube
desde lo más recóndito, del centro
en que la nada alberga sus semillas.
Ésta es su utilidad. Su gran manera
de acercarse a los hombres.
Sublimación de lo invisible, altera
los órdenes, asume
responsabilidades, eterniza,
da cuño a lo inmediato o pasajero,
pero elude para sí misma toda
fijeza o muerte; es breve, transitoria
como lo cierto, auténtica
como lo que termina;
su inestabilidad, su verdadero
ser, se diluye.
Y el contorno crece.
Rafael Guillén ("Límites").-
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