DISPERSIONES

domingo, 19 de octubre de 2014
PAUL VERLAINE
El son del cuerno se aflige en el boscaje
de algún dolor que huérfano imaginas
que viene a morir al pie de la colina
por entre el cierzo errando en su ladrar.
El alma del lobo llora en esa voz
que asciende con ese sol que declina
de una agonía al parecer mimosa
y que arrebata y contrista a la vez.
Para mejorar esta queja adormida,
la nieve cae en largos trazos de hila
a través del poniente sanguinolento;
tiene el aire el aspecto de un suspiro de otoño,
en la atmósfera suave de monótona tarde
donde se regala un paisaje lento.
Paul Verlaine ("Antología Poética"; IX).-
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