DISPERSIONES

DISPERSIONES

martes, 10 de julio de 2012

Sabías que hacia mediados llegan las fiebres,
y la bronca deidad del suspiro en tu boca
abre sus matices al universo
recordando el óbice de los sexos.
Pero en tu plato un minuto de sospecha
advertía
la risa opaca del viento y su energía.
Y qué me dices, pensaste, al memorizar
de un salto
el baluarte de mi arteria enloquecida.
Porque aún tiene tu vientre abrigo
y se arrastra morado de candelas
entregándote fulgente el sudor rojo de tu
osadía,
como si aquel camino deslucido y amo de
guijarros
no fuese ya tu cepo compungido
oxidando el primer destello de su cuerpo
en este pozo grandilocuente.
Pero tu espalda abotona mañanas cuadradas
como parques
y quise jugar en ellos y menospreciar sus
bancos
entre mis verdades.
Qué dices, pensaste, acariciando
hacia mediados
aquel declive de fiebres que osado te
vapuleaba.
Y lo comprendías, seguro.

Del poemario "Las ratas de la conciencia", de Juanjo Cuenca.-

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