DISPERSIONES

DISPERSIONES

martes, 24 de abril de 2012

LII

Camina el hombre con la cara hundida.
Hoyo sobre el pecho que estremece
notas de golondrina. Sombrero,
de paja tierna como junco en el
abrevadero, que cubre la frente
apoteósica, huesuda y altiva.

Camina el hombre sólo.
Ni siquiera las bestias son ahora
buena compaña.
Resuenan pisadas al amanecer
demandando querencias
al son de adoquines fríos.

Atrás quedan las manos,
el sudor, el viento que dejaste
en la haza y que te persigue
hasta esta calle sin nombre.


Del poemario "La agonía de la pavesa", de Juanjo Cuenca.-

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