CHUPACABRAS
Un caballero romántico,
estrábico y muy miópico,
a mí quiso darme un ósculo,
cuando llegaba el crepúsculo.
No quise ser antipática
con este galán errático,
le dije que era muy cándida
además de ser católica.
Que aquí había un equívoco
que no era una cabra díscola
yo estoy casada y neurótica
que busque una solteríca,
no a una pollona reumática
¡Chupacabras! pues, ¡ubícate!
ASTRID MARÍA REYES SILVA.-
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