DISPERSIONES

DISPERSIONES

martes, 24 de mayo de 2016

POESÍA LATINOAMERICANA










PARA EVITAR CALAMIDAD



Llega dormido al ventanal.
Ella sorbe los jugos.
Cuando apoya la cabeza en el abismo
él corre con los meñiques
a sus tímpanos.
Los senos, crótalos densos,
rozan rodillas, hebras del más allá.
Acantilado náufrago el dormido
por los labios que lo elevan.
No sabe por qué destino
prodigioso ha vuelto
a abrir la cremallera y desde ella
la consolación, el abandono.
Todo fluye. Echa
a correr. Emprende
vuelo. Sublevado
elixir del derrumbe.
Duerme expulsando paraísos
como decir pájaros
sin que haya leído el jazz
de esta jauría o el de Morrison
junto al loro de un «Te quiero».
Pero la mudez medita en lo sublime.
Le hace falta esa muerte,
esa mina del asombro de amar,
ese correrse de la ecoración al infinito.
Incluso la ceremonia de la sonrisa
al lecho impone camino
de perfección. Altas arterias, carne
de encariñada luz, el centro
de una flor de magnolia. Vulva
desbordada al labio, al índice.
Ni idea ni volición ni santuario.
Sólo sorber del gondoleo de los cuerpos
su almíbar siniestro.


PEDRO LÓPEZ ADORNO (Puerto Rico, 1957- "Opera ardiente").-



(De Opera ardiente, 2005).

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