SAL EN EL OMBLIGO
Viniendo despacio te has alejado
y te has mirado en el charco
con una caracola trémula en las manos.
(Es tu pelo una madeja del algas buscando luz).
Las olas de Poniente abrazan tu figura
tan morena
dejándote gotitas de sal en el ombligo.
Juanjo Cuenca ("Hijos de nadie").-
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