MENÚ DELICATESSEN
Pensarte con deleite
en la sinfonía de veleros varados en tu puerto,
recogiendo lapas y medusas de luz.
Hoy es domingo.
Y los domingos te pienso un poca más, si cabe,
cierro los párpados y te distingo
con una nitidez absoluta e hiriente
hambrienta de tu olor.
Me oculto del dolor ridículo
de esta pena arraigada.
Me siento en la sombra redentora y sucia
del bar donde se sirven menús a nueve euros.
El suelo, está cubierto de inmundicia
que me regala el hedor
y la soledad de rizos negros
en esta ciudad podrida.
Añoro poner la mesa, tu sonrisa
fina y fresca como un caramelo mentolado
aderezada con una pizca de perejil y comino,
y mojarnos los pies dándonos la mano
para luego morir en un lucha encarnizada
de bocas y sexos.
Juanjo Cuenca ("Hijos de nadie").-
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