DISPERSIONES

jueves, 11 de diciembre de 2014
JOSÉ DANIEL GARCÍA
Con el toque de queda,
sagrado como el sueño de un lactante,
un murmullo de uñas
bajo el escombro
desentraña raíces,
extirpa dátiles,
se disputa la sangre
de las acequias.
Al ritmo del obús los escuadrones
pisan dientes de ajo
y la lengua de fósforo se expande
por jaimas y arrabales.
El enjambre de balas y mandíbulas
muerde los torsos jóvenes,
perfora
la piel hasta los huesos.
Como un camello herido en una pata,
Diwaniya agoniza en el desierto
marcada por la orina
de los chacales.
José Daniel García ("Coma", XXIII Premio de Poesía Hiperión).-
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