DISPERSIONES

martes, 14 de octubre de 2014
PIERRE DE RONSARD
Me encontraba subido en escalera,
tú al pasar me miraste, y yo al ver que mirabas
me quedé deslumbrado, con el alma azorada
por saberme de pronto así de tus ojos.
Afluyó tu mirada a mis ríos de sangre
como cuando desgarran una nube los rayos,
sentí frío y ardor como efectos de fiebre
y fui herido de muerte por mirar tan agudo.
De no haber agitado esa mano bellísima,
mano blanca, jactancia de ser hija de un cisne,
por tus ojos flechado, muerto fuera, ay, Helena.
Mas tu gesto retuvo aquella alma sin freno,
no querían tus ojos más que ser triunfadores,
se complugo tu mano devolviendo la vida.
Pierre de Ronsard ("Sonetos para Helena"; 9).-
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario