DISPERSIONES

DISPERSIONES

martes, 2 de septiembre de 2014





                                                   ESTADO DE PALABRA






   Cuando el mar, removiendo
en la profundidad sus causas íntimas,
se torna acción, emergen
distintas formas, mudos ademanes
de exteriorización, que participan
de la masa total, pero que asumen
sus propios argumentos.
Lazos echados al azar que, acaso,
en columnas de nada se sujetan.
Manos alzadas que tal vez se aferran
a un saliente del aire o de la bruma.

   Marejadas de la  conciencia; olas,
palabras, tentativas
de comunicación; amplio despliegue
de fuerzas que se abaten,
una vez y otra vez, en las ajenas
arenas circundantes;
que se acercan e insisten, tercamente,
en el contacto, en la fusión, aún menos,
en la sola proximidad, con otro
múltiple ser que, firme
en su propia sustancia, nos limita.

   Cada palabra alcanza con su espuma
de proyección, distinta
fortuna en el intento.
Cada impulso, poema, desatado
que, desde el rompeolas, condicionan
externas circunstancias (de declive,
de absorción, de despejo
o de resaca) logra su fin último
de participación a muy diversos
grados de acercamiento.

   ¡Poderío de la constancia, cuando
el litoral se crece en el asedio!.
¡Metamorfosis muda de la espera,
alas batientes de su acción inmóvil!.
Algo destella, contra toda causa.

   Estado de palabra. En torno,
el don, la pleamar, nos acrecienta.



Rafael Guillén ("Límites").-

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