JUEGO DE PELOTA


El domingo más radiante ha amanecido
tras la noche oscura y fría,
que en luz de juego, alborotado y contento
se pierde rodando por la calle.

Y saca el niño una moneda del bolsillo
lleno de remiendos y pelusas.
Baila la pelota nerviosa entre pies
marcados de arañazos y moratones.

El griterío, atronador. El niño juega.
Muchos ojos ávidos la persiguen,
sudor acumulado y flequillo al viento
traicionero que se esconde en la acera.



Del poemario "Cometa blanca sobre mar azul" (infantil), de Juanjo Cuenca.-