DISPERSIONES

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miércoles, 13 de noviembre de 2013






EL GATO Y LA ALACENA


Guardadas en la alacena
desde hace mucho rato, 
están las sobras de la cena
y abajo, mirando, mirando, un gato.

"Si me subo podría comer un poco de carne
o un dulce de merengue".
Y es que en las tripas ruge el hambre
más que donde la venden.

Habrá algo de chorizo, seguro.
Y palitos de anís.
¿Cómo subo?. Me da apuro...
¡Cómo sería de feliz!.

Pero la alacena está muy alta,
casi tanto como la Luna
y ahora lo que hacía falta
es que de aquellas viandas, ninguna.

Merodea sigiloso poniendo oído atento,
no sea que aparezca el amo
con cara de poco contento
y se le vaya la mano...

¡Ay..., pero huele tan, tan rico...!.
Qué le voy a hacer si soy un gato
y no como alpiste por no tener pico.
¡Yo me subo o me subo, como me llamo Viriato!.



Del poemario "Cometa blanca sobre mar azul" (infantil), de Juanjo Cuenca.-
 

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