DISPERSIONES

martes, 23 de abril de 2013
HERMOSURA FINGIDA
Eres una rosa, preciosa,
con espinas de amor que se clavan en mi espalda;
son tus pétalos como pliegues de tu falda
que vuelan merodeándote curiosa.
Eres viento que mece sin dueño.
Eres dulce aliento agrio y suave
que no mira hacia atrás, como hace el ave,
y que no vuelve, como al quemarse hace el leño.
No te siento cerca,
ángel dorado;
aunque sé que estás a mi lado
porque te venteo y mi miedo acierta.
Te escondes entre hierbas altas de telaraña
huyendo de una pasión que te asusta;
mas tu uña sigue clavándose, justa,
ahondando lenta pero con saña.
Del poemario "Lluvia en los zapatos", de Juanjo Cuenca.-
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario