EL CHARCO
Soy tan fiero
como un trozo de madera
flotando en el agua
de un charco flamígero;
pasan los adolescentes gélidos
arrojando guijarros
a mi cara tenue
que guiña desconsolada
el infeliz ojo de la vida.
Del poemario "Las ratas de la conciencia", de Juanjo Cuenca.-
No hay comentarios:
Publicar un comentario