Estoy habitando
a media luz entre aristas
que agonizan camaleónicas.
Las vísceras son mi cuna.
Génesis de mi conciencia:
¿tan apartada y lejana te encuentras,
adormecida entre fustán,
que olvidaste para qué sirvió la gesta?.
Se marchita a raudales
tu risa entrecana;
apretado y quedo está el malvís
entre los árboles de la desidia.
Ayer ensoberbeciste
mi alma sin disimulo.
Atrás se perdió todo:
me quedé meciendo un columpio...
Del poemario "Las ratas de la conciencia", de Juanjo Cuenca.-
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