LVI
No he querido abandonarme
a este puro intento
acaramelado (corren gelatinosas
las horas),
de poseerte en una efímera
porción de desencanto.
Ni, quizás, tampoco,
desbrozarte como se quita
un vestido
en el encuentro más íntimo
y furtivo.
Serás una foto, una estampa,
un ímprobo recuerdo
de atardeceres blanquecinos.
Y no habrá vuelta.
Del poemario "La agonía de la pavesa", de Juanjo Cuenca.-
No hay comentarios:
Publicar un comentario