DISPERSIONES

DISPERSIONES

viernes, 31 de diciembre de 2010

La vida es una fiera
audaz,
acorralada detrás de un muro
de concupiscencia.
Se la oye susurrar
por encima del fragor
de deseos ocultos,
de temores inciertos.
Se la pisa
ahondando el rencor
de presagios limpios,
oscuros.
¡Barre la sombra
la efigie de la llama!.
Todo queda yerto:
asolanados cuerpos
que derriten miel,
frases que evocan
límpidos canales
de presunción.
Más si defenderse
no fuera necesario,
habría que morir
apartando dentelladas.


Del poemario Las ratas de la conciencia, de Juanjo Cuenca.-

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